Edward y Michael, los ‘falsos novios’ de las hermanas de Morata de Tajuña que desencadenaron el crimen
Los falsos novios de las hermanas de Morata de Tajuña las arruinaron hasta su muerte
Las hermanas de Morata de Tajuña contrajeron una deuda con los falsos novios


El amor de Ángeles y Amelia, las hermanas de Morata de Tajuña, por sus falsos novios de internet desencadenó la deuda por la que fueron asesinadas por el prestamista pakistaní Dilawar Hussein y el posterior juicio que ahora se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid. Las dos mujeres creían que eran novias de dos apuestos militares estadounidenses llamados Edward y Michael destinados en Afganistán y enseñaban con orgullo sus fotos a familiares y vecinos. En realidad, las dos hermanas eran víctimas de una «estafa del amor» que las empujó a un callejón sin salida.
La imagen de uno de los hombres que veneraban las hermanas era en realidad la del general estadounidense Wesley Clark, comandante supremo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) durante la Guerra de Kosovo, donde dirigió el bombardeo de la coalición sobre Yugoslavia. El otro falso novio de las hermanas de Morata de Tajuña era en la vida real Mario Guerra, un político estadounidense de origen cubano. Las hermanas creían que estos hombres en realidad se llamaban Edward y Michael, que estaban perdidamente enamorados de ellas y que necesitaban ayuda económica urgente.
El delirio de las hermanas con los dos supuestos oficiales estadounidenses que habían conocido por Facebook les hizo perder la cabeza. Vendieron todo lo que tenían para enviarlo a los dos «falsos novios» y cuando no tenían, le pedían a sus familiares y vecinos. Ajeno a la situación, el tercer hermano y también septuagenario, sobrevivía compartiendo la vivienda de Morata de Tajuña bajo la tutela de su hermana Amelia.
Una «estafa del amor» que duró 8 años
«Un día les pedían 35.000 euros porque debían pagar un helicóptero que los sacara de Afganistán. Ellas les enviaban el dinero, y entonces les contaban que el helicóptero lo habían derribado y necesitaban aún más dinero para salir del país, así les iban sacando hasta el último euro», cuenta uno de los mejores amigos de la pareja.
El noviazgo con los dos novios ficticios de internet se prolongó durante ocho años, en los que no se dieron cuenta o no quisieron admitir que estaban siendo víctimas de una estafa, como apuntan sus amigos. Así fue como las hermanas de Morata de Tajuña se echaron desesperadas en brazos del pakistaní Dilawar al que llegaron a pedir una cantidad que superaba los 60.000 euros.
El asesino de las hermanas de Morata
Dilawar tenía un locutorio en Arganda del Rey y enviaba gran parte de sus ganancias a su familia en Pakistán, especialmente a su madre que necesitaba cuidados médicos. Las hermanas le habían prometido devolverle el dinero porque iban a cobrar una indemnización por la muerte de uno de sus falsos novios de internet.
El prestamista no cobró el dinero y optó por ejercer la violencia para presionar a las dos hermanas de Morata de Tajuña. La primera vez les golpeó y zarandeó. En su segunda visita, el prestamista le abrió la cabeza a Amelia de un martillazo. La agresión se judicializó y el juzgado dictó una orden de alejamiento contra el agresor.
En noviembre de 2023 Dilawar se arruinó por completo, su madre murió en Pakistán y culpó a las hermanas de la situación por no pagarle la deuda. Según la Fiscalía, Dilawar fue al domicilio con intención de matarlas. Lo hizo, las mató a golpes con una barra de hierro y al hermano también.
Ahora, durante el juicio que se celebra en Madrid, su abogado ha pedido que solo le condenen a 7 años de cárcel por confesar el crimen cuando le detuvieron, por sufrir un trastorno de personalidad paranoide y por cometer los tres crímenes bajo un arrebato fruto de la desesperación.