¿Qué santos se celebran hoy, sábado 19 de abril de 2025?
Santa Marta de Persia es una de las santas que se celebran en este día
Desapareció de la tele y muchos lo daban por retirado: así está ahora Juan Tamariz, el mago del 'nianianianaaa'
Mario Vaquerizo y Alaska confirman por primera vez lo que todo el mundo se preguntaba sobre ellos


¿Qué santos se celebran hoy, sábado 19 de abril de 2025? Cada día del calendario tiene un significado especial en el santoral de la iglesia católica, y este no es la excepción. En esta jornada se conmemoran santos profundamente significativos tanto por su vida de fe como por las duras circunstancias en las que ofrecieron su testimonio. Algunos de ellos vivieron en tiempos de persecución, otros lideraron grandes reformas en la Iglesia, y hay incluso quienes, como san Expedito, han traspasado el umbral de la historia para convertirse en símbolos de causas urgentes.
Este sábado 19 de abril de 2025 recordamos a figuras como Santa Marta de Persia, mártir en el siglo IV; a San León IX, un papa reformador que murió en el año 1054; a San Elfego, arzobispo de Canterbury martirizado por los vikingos en el año 1012; y a San Expedito, cuyo culto ha sobrevivido por siglos gracias a la devoción popular pese a las dudas históricas sobre su existencia. Todos ellos tienen en común la firmeza en su fe y la capacidad de inspirar a generaciones y de los cuatro os explicamos a continuación sus historias al detalle, además de ofreceros el listado del resto de santos que se celebran en este día.
Santa Marta de Persia
El 19 de abril del año 341, en plena solemnidad de la Resurrección del Señor, Santa Marta de Persia sufrió el martirio en la ciudad de Seleucia, en lo que hoy sería parte del actual Irak. Nació en el seno de una familia cristiana en el siglo IV, durante el reinado de Sapor II, un gobernante del Imperio sasánida que emprendió una brutal persecución contra los cristianos como respuesta al auge del cristianismo en el Imperio romano.
La historia de Marta es especialmente sobrecogedora porque, un día antes de su muerte, su padre Pusicio también fue asesinado por negarse a adorar al sol, la divinidad impuesta por el rey. Marta, junto a un grupo de 120 mártires, entre ellos nueve vírgenes consagradas a Dios, fue encarcelada durante seis meses y luego ejecutada por no renegar de su fe. La piadosa Yaznadocta, que les brindó consuelo y alimento durante su cautiverio, se encargó de que sus cuerpos no fueran profanados.
Marta de Persia representa la resistencia espiritual en un contexto adverso, una mártir cuya historia nos recuerda la valentía con la que muchas mujeres defendieron su fe en momentos donde hacerlo implicaba perder la vida.
San León IX
San León IX, nacido como Bruno de Egisheim-Dagsburg en el año 1002, fue elegido papa en 1049 y falleció precisamente un 19 de abril de 1054. Su pontificado fue breve pero determinante para la historia de la Iglesia. No sólo se enfrentó a la corrupción eclesiástica, como la simonía y el matrimonio de los sacerdotes, sino que también impulsó un profundo movimiento reformista rodeado de figuras clave como Pedro Damián y el cardenal Humberto de Silva Candida.
Este papa, que era noble de nacimiento y había sido obispo de Toul, asumió su cargo en un momento crítico. Uno de los episodios más trascendentes de su pontificado fue el Cisma de Oriente, la ruptura definitiva entre la Iglesia católica romana y la Iglesia ortodoxa. Aunque la separación se consumó después de su muerte, León IX tuvo un papel central en los desacuerdos que la originaron, especialmente tras enviar una legación a Constantinopla que terminó en excomuniones mutuas.
San León IX murió prisionero tras una batalla fallida contra los normandos y está enterrado en la Basílica de San Pedro. Su vida es recordada como la de un hombre decidido a devolver la dignidad a la Iglesia, aunque su legado también quedó marcado por las divisiones que se gestaban en su época.
San Elfego
En el año 1012, San Elfego fue brutalmente asesinado por un grupo de vikingos en Greenwich, cerca de Londres. Había sido monje, abad y obispo de Winchester, y en el año 1006 fue nombrado arzobispo de Canterbury. Su vida estuvo marcada por una profunda vocación pastoral, una defensa activa de los pobres y una mediación constante en tiempos de guerra y asedios.
Cuando fue capturado en el asedio de Canterbury, los vikingos exigieron un rescate de 3.000 libras por su libertad. Elfego se negó rotundamente a que se pagara semejante suma, sabiendo que el país estaba empobrecido. Esa decisión le costó la vida. Fue golpeado con huesos y astas de buey, y finalmente decapitado con un hacha. Se dice que sus últimas palabras fueron: «El oro que les doy es la palabra de Dios».
Canonizado en 1078 por el papa Gregorio VII, Elfego fue el primer arzobispo de Canterbury en morir mártir, y su figura tuvo tanta fuerza simbólica que incluso siglos más tarde Tomás Becket rezaba ante su tumba momentos antes de ser también asesinado en la catedral. Su legado pervive en la Catedral de Canterbury, donde su memoria sigue siendo honrada como la de un hombre justo, valiente y profundamente fiel.
San Expedito
San Expedito es uno de los santos más populares y también uno de los más enigmáticos. Aunque fue retirado del calendario litúrgico por el Vaticano en 1906, su figura sigue siendo venerada en todo el mundo, especialmente como patrono de las causas urgentes. La historia cuenta que fue comandante de la Legión XII Fulminata del ejército romano, y que fue martirizado el 19 de abril del año 303 por haberse convertido al cristianismo.
La imagen más conocida de San Expedito es la de un soldado romano que aplasta con su pie a un cuervo que grita «cras» (mañana), mientras él levanta una cruz que dice «hodie» (hoy). Esta representación simboliza la urgencia de actuar sin postergar la fe, la esperanza o la conversión. Según la tradición, fue ejecutado en Melitene, junto a otros mártires que se negaron a rendir culto a los dioses paganos del Imperio romano.
Aunque la Iglesia católica no reconoce oficialmente su canonización, la devoción popular a San Expedito sigue viva. Se le considera protector de los estudiantes, de los militares, de los jóvenes y de quienes enfrentan problemas legales o trámites interminables. Es frecuente encontrarle en altares improvisados, estampas y oraciones que apelan a su rapidez para atender los ruegos.
Otros santos que se celebran el 19 de abril
Junto a los mencionados, en este día se celebra también a estos otros santos:
- San Mapálico, mártir;
- San Jorge de Antioquía, obispo;
- San Geroldo de Friesen, eremita;
- Beato Bernardo de Saint-Bertín, penitente;
- Beato Jacobo Duckett, mártir.