¿Qué santos se celebran hoy, lunes 30 de junio de 2025?
San Teobaldo de Provins es uno de los santos que se celebran en este día
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¿Qué santos se celebran hoy, lunes 30 de junio de 2025? La recta final de junio nos invita a hacer una pausa para recordar a santos que dejaron una huella profunda por su entrega, su fe y su capacidad de transformación espiritual. Este lunes, el calendario de la Iglesia Católica honra a Teobaldo de Provins, Otón de Bamberg y Santa Erentrudis, tres santos que, a pesar de sus orígenes y épocas distintas, compartieron una misma vocación: la de dedicar su vida al servicio de Dios y de los demás.
Mientras que algunos de estos santos nacieron en el seno de familias nobles y bien posicionadas, sus vidas no transcurrieron entre lujos ni privilegios. Al contrario: todos ellos tomaron decisiones radicales que los alejaron del poder y los acercaron a los más humildes. Desde los silenciosos bosques de Luxemburgo hasta las regiones paganas de Pomerania o las colinas austriacas de Salzburgo, sus caminos fueron testimonio vivo de una espiritualidad profunda, comprometida y contagiosa. Conozcamos a continuación sus historias al detalle, además de enumeraros al resto de santos que se celebran en este día.
San Teobaldo de Provins
Teobaldo de Provins nació en el año 1033 en la localidad francesa de Provins, en el seno de una familia noble perteneciente a la poderosa dinastía de los condes de Champagne. Desde muy joven, su vida tomó un rumbo poco habitual para alguien de su posición: al leer las vidas de los padres del desierto, se sintió profundamente tocado por su ejemplo de austeridad y contemplación, y decidió rechazar una vida de privilegios. Hizo un voto privado para apartarse del mundo y buscó, junto a su amigo Walter, vivir en soledad y pobreza.
Se establecieron en los bosques de Pettingen, en Luxemburgo, donde trabajaban como simples jornaleros y ayudaban a los más necesitados con lo poco que conseguían. Pero su espiritualidad profunda pronto atrajo la atención de muchos, lo que les llevó a emprender un peregrinaje hacia Santiago de Compostela y luego a Roma, siempre en busca del anonimato. En Italia, se asentaron en Sossano, donde Walter falleció, y Teobaldo fue ordenado sacerdote por el obispo de Vincenza debido al creciente número de seguidores que deseaban hacer vida monástica junto a él.
Murió en 1066 víctima de lepra, pero su legado no se apagó. El papa Alejandro II lo canonizó apenas siete años después, y sus restos, que se veneran hoy en Badia Polesine, siguen atrayendo la devoción popular. Es patrono de los curtidores, los carboneros y de varias localidades tanto en Francia como en Italia, como Provins o Saint-Thibault-des-Vignes. Su vida, lejos de los castillos y cerca del barro, es un recordatorio de que la grandeza también puede encontrarse en lo más pequeño.
San Otón de Bamberg
Otro de los grandes nombres que recordamos este 30 de junio es el de Otón de Bamberg, conocido como el Apóstol de Pomerania. Nacido hacia el año 1060 en Mistelbach, Franconia, su carrera comenzó en el ámbito político, al servicio del duque Vladislao I Herman de Polonia y posteriormente como canciller del emperador Enrique IV. Pero sería en su etapa como obispo de Bamberg, desde 1102, cuando su figura alcanzaría verdadero relieve.
Otón fue un obispo entregado, no sólo a las tareas diplomáticas y eclesiásticas, sino especialmente a la misión evangelizadora. En un tiempo de tensiones entre el Imperio y el Papado, él supo mantener el equilibrio y negociar la paz con inteligencia, siendo clave en el Concordato de Worms que resolvió la Querella de las Investiduras. Pero lo que lo elevó a los altares fue su incansable labor misionera en tierras aún paganas como Pomerania, donde fundó iglesias, convirtió poblaciones enteras y combatió costumbres ancestrales con firmeza pero sin violencia.
Realizó dos grandes viajes misioneros a esta región, y aunque su deseo de ser obispo de Pomerania no se cumplió en vida, su trabajo pavimentó el camino para que otros lo consiguieran. Murió en Bamberg en 1139, fue canonizado en 1189, y aunque su festividad se celebra el 2 de julio, se le conmemora también hoy, día de su fallecimiento. Otón es un ejemplo vivo de cómo el carisma, la fe y la diplomacia pueden ir de la mano para lograr transformaciones profundas y duraderas.
Santa Erentrudis
Aunque tal vez menos conocida que los anteriores, Santa Erentrudis (también llamada Erendruda) tiene un lugar especial en el corazón de la tradición cristiana austriaca. Fue sobrina de San Ruperto de Salzburgo y le acompañó desde Worms hasta esa ciudad, donde se convirtió en la primera abadesa de la Abadía de Nonnberg, uno de los monasterios femeninos más antiguos de Europa aún en funcionamiento.
Murió el 30 de junio del año 710 y desde entonces ha sido venerada como ejemplo de vida consagrada, discreta y profunda. Su liderazgo en Nonnberg fue clave para consolidar una vida monástica femenina que combinara oración, trabajo y servicio. Aunque hay pocos datos sobre su vida, su legado ha perdurado a lo largo de los siglos, especialmente en Austria, donde sigue siendo una figura profundamente respetada.
En 2006, Santa Erentrudis fue incluso homenajeada con una moneda conmemorativa, la primera de la serie dedicada a las grandes abadías de Austria. En ella se representa la cripta donde descansan sus restos, situada en la Iglesia de Santa María, muy cerca del convento que lideró. Su vida nos recuerda que, a veces, los caminos más silenciosos también dejan huellas imborrables.
Otros santos que se celebran el 30 de junio
Junto a los mencionados, en este día se celebra también a estos otros santos
- santos Protomártires de la Iglesia Romana
- san Basílides de Alejandría
- san Marcial de Limoges, obispo
- san Bertrando de Cenomanum, obispo
- san Ladislao de Hungría, rey
- san Adolfo de Osnabrück, obispo
- beato Felipe Powell, presbítero y mártir
- beato Jenaro María Sarnelli, presbítero
- san Vicente Do Yen, presbítero y mártir
- santos Raimundo Li Quanzhen y Pedro Li Quanhui, mártires
- beato Zenon Kovalyk, presbítero y mártir
- beato Basilio Velyckovsky, obispo y mártir