¿Qué santos se celebran hoy, jueves 24 de julio de 2025?
San Balduíno de Rieti es uno de los santos que se celebran en este día
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¿Qué santos se celebran hoy, jueves 24 de julio de 2025? En este día, la Iglesia Católica celebra la vida y legado de varios santos, entre los que destacan tres figuras cuyas trayectorias nos hablan de fe, entrega y, en algunos casos, incluso milagros que desafían la lógica humana. La conmemoración de estos santos no es sólo una mirada al pasado, sino también una invitación a reflexionar sobre nuestra propia forma de vivir la espiritualidad.
Cada uno de ellos, desde contextos históricos y culturales muy diferentes, representa un modo único de seguir a Dios. San Balduino de Rieti, monje y abad cisterciense del siglo XII, simboliza la obediencia y la sabiduría en el ejercicio del liderazgo espiritual. Santa Cristina de Bolsena, mártir del siglo III, encarna la resistencia y la fidelidad frente al sufrimiento extremo. Y san Chárbel Makhlouf, asceta maronita del Líbano del siglo XIX, es una figura contemporánea de misticismo y milagros, cuya devoción ha traspasado continentes. Acompáñanos a descubrir sus historias en profundidad, además de enumeraros al resto de santos que se celebran en este día.
San Balduino de Rieti
Poco se sabe de la vida de san Balduino de Rieti, pero lo que se conoce basta para comprender por qué la Iglesia lo recuerda con respeto y admiración. Fue monje de la prestigiosa Abadía de Claraval, fundada por san Bernardo de Claraval, una de las figuras más influyentes del monacato cisterciense. Fue precisamente Bernardo quien lo eligió para una importante misión: asumir el cargo de abad en el Monasterio de San Pastor, en la diócesis italiana de Rieti. Allí, Balduino ejerció su labor con humildad y dedicación, guiando a los suyos con el ejemplo más que con la palabra, como solía recomendarle su mentor.
En 1138, el papa Inocencio II lo elevó al rango de cardenal, señal de la confianza que la Iglesia depositaba en su juicio y virtud. No obstante, no fue el poder ni el reconocimiento lo que definió su santidad, sino su vida interior. La carta que Bernardo le escribió (una de las pocas fuentes que se conservan sobre su biografía) está llena de cariño, pero también de exhortaciones . En ella le pide que sea celoso en la enseñanza, que instruya no sólo con discursos, sino con el ejemplo constante de virtud. Sobre todo, le insiste en lo esencial: el amor a la oración.
Santa Cristina de Bolsena
Entre las mártires más veneradas de la Antigüedad cristiana, santa Cristina de Bolsena ocupa un lugar singular. Su figura, rodeada de relatos legendarios y devoción milenaria, ha sido fuente de inspiración tanto en la Iglesia católica como en la ortodoxa y anglicana. Se cree que vivió en el siglo III, hija de Urbano, un poderoso magistrado que también era pagano. La joven Cristina, tocada por la fe cristiana, tomó una decisión radical: renunciar a los privilegios de su posición y consagrarse a Dios. Esto la llevó a regalar los ídolos de su padre y sus riquezas a los pobres, despertando la ira de su familia y de las autoridades.
La historia de su martirio se cuenta con crudeza y admiración. Su padre ordenó terribles torturas para doblegar su espíritu: fue herida con ganchos de hierro, arrojada a un horno ardiente, lanzada a un pozo con serpientes y hasta atada a una roca y sumergida en un lago. Sin embargo, cada tormento era frustrado por lo que los cristianos interpretaron como intervención divina. Solo después de muchas pruebas, ya bajo el mandato de Dión, sucesor de su padre, Cristina fue finalmente decapitada. Lejos de apagarse, su historia se expandió con fuerza. Ya en el siglo V se registraban evidencias arqueológicas de su culto en la villa de Tyro, a orillas del lago de Bolsena. Y en el siglo IX, se escribieron versiones de su martirio que, si bien mezclaban elementos legendarios, dejaban clara la admiración por su fe indestructible. Hoy, sus reliquias se veneran en la catedral de Palermo y en otras ciudades, y su nombre sigue siendo sinónimo de fortaleza y fidelidad absoluta al Evangelio.
San Chárbel Makhlouf
En pleno siglo XIX, cuando el mundo se abría a la modernidad y la ciencia ganaba terreno, un joven libanés llamado Youssef Antoun Makhlouf, conocido como san Chárbel, elegía una senda distinta: la del silencio, la oración y el misterio. Nacido en el pequeño pueblo de Beqakafra, quedó huérfano de padre a los tres años. A los 23, ingresó como novicio en un monasterio maronita, donde adoptó el nombre de Fray Chárbel. Se formó bajo la guía del también santo Nimatullah Al-Hardini y fue ordenado sacerdote en 1859. Desde entonces, su vida estuvo marcada por una entrega absoluta: castidad, obediencia, pobreza… pero, sobre todo, una conexión profunda con Dios a través de la Eucaristía y el recogimiento.
San Chárbel vivió la mayor parte de su vida en el monasterio de Annaya, donde murió la noche del 24 de diciembre de 1898. Allí, tras su fallecimiento, comenzaron a sucederse fenómenos inexplicables. Su cuerpo fue hallado incorrupto, exudando un líquido similar a sangre, y numerosos fieles aseguraban haber visto luces brillando sobre su tumba. Pronto, la fama de sus milagros se extendió por todo el Líbano y más allá. La Iglesia Católica, tras investigar más de 20.000 curaciones atribuidas a su intercesión, lo canonizó en 1977. En países como México, Brasil, Francia, Argentina o Estados Unidos, miles de personas lo veneran y le atribuyen favores extraordinarios.
Otros santos que se celebran el 24 de junio
Además de los mencionados, en este día celebramos también a:
- San Francisco Solano.
- Santa Cunegunda de Hungría.
- San Declano de Ardmore.
- San Estercacio de Mérida.
- Santa Eufrasia de Tebaida.
- San Fantino el Viejo.
- San José Fernández (mártir).
- San Juan Boste.
- San Meneo de Licia.
- San Niceta de Licia.
- Santa Sigolena de Albi.
- Beato Antonio Torriani.
- Beata Cristina Admirable.
- Beato Javier Bordás Piferrer.
- Beato José Lambton.
- Beato Juan de Tossignano Tavelli.
- Beata Luisa de Saboya.
- Beata María de la Merced Prat.
- Beato Modestino de Jesús y de María.