Premio Nobel de Química 2017 para los impulsores de la microscopia crioelectrónica
El Premio Nobel de Química 2017 ha sido concedido Jacques Dubochet, de la U. de Lausana, Joachim Frank, de la Columbia University y Richard Henderson, del MRC Laboratory of Molecular Biology, en Cambridge.
El fallo ha distinguido el trabajo de estos científicos «en el desarrollo de microscopía crioelectrónica para la determinación de estructuras de alta resolución de biomoléculas en solución».
Watch the very moment the 2017 #NobelPrize in Chemistry is announced! pic.twitter.com/xwoThkOpn8
— The Nobel Prize (@NobelPrize) 4 de octubre de 2017
Gracias a sus hallazgos, «los científicos pueden ahora (…) producir estructuras tridimensionales de biomoléculas», ha argumentado el jurado. Lo que significa que se pueden fotografiar con alta resolución.
La criomicroscopía permite estudiar muestras biológicas sin alterar sus propiedades, puesto que evita los colorantes o los haces de electrones desprendidos por los rayos X.
El importante papel de los tres premiados
La microscopia electrónica convencional deshidrata las muestras (muchas veces constituidas por una gran cantidad de agua), de modo que las altera. También las altera el uso de colorantes o de sales empleados para mejorar la resolución de la imagen.
Hasta los años 1980, cuando Jacques Dubochet y su equipo inventaron la criomicroscopía electrónica, se congelaba la muestra para conservarla en su estado original.
La tecnología moderna permite reconstruir la muestra biológica -por ejemplo de un virus o una bacteria- en tres dimensiones. «Una imagen es una llave para la compresión», explica la Academia.
En 1990, Henderson, actualmente de 72 años, fue el primero en producir una imagen tridimensional de resolución atómica de una proteína. Joachim Frank, de 77 años, perfeccionó la técnica y la simplificó. Jacques Dubochet, de 75 años, vitrificó el agua, lo que permite a la biomoléculas conservar su forma natural.