Los descubridores de las ondas gravitacionales ganan el Premio Nobel de Física 2017
Barry Barish, Kip Thorne y Rainer Weiss han sido galardonados con el Premio Nobel de Física por la detección de ondas gravitacionales.
BREAKING NEWS The 2017 #NobelPrize in Physics is awarded to Rainer Weiss, Barry C. Barish and Kip S. Thorne @LIGO. pic.twitter.com/za1GNsAfnE
— The Nobel Prize (@NobelPrize) 3 de octubre de 2017
En un hito para la física y la astronomía, científicos de varios países anunciaron en febrero de 2016 haber detectado en forma directa las ondas gravitacionales, curvaturas del espacio-tiempo que fueron previstas por Albert Einstein hace un siglo.
«Hemos detectado ondas gravitacionales. Lo hemos hecho». Así lo ha confirmó el director ejecutivo del Observatorio de Ondas Gravitacionales con Interferómetro (LIGO), David Reitze, investigador del Instituto Tecnológico de California (Caltech).
La fundamental tarea de LIGO
Dos agujeros negros chocaron entre sí hace unos 1.300 millones de años. El cataclismo lanzó esas ondas en todas direcciones hasta que llegaron a la Tierra el pasado 14 de septiembre, donde fueron captadas por instrumentos instalados en Estados Unidos, han informado en rueda de prensa en Washington.
En su Teoría General de la Relatividad, las ecuaciones de Einstein mostraron que las ondas gravitacionales deben ser generadas por la aceleración de objetos masivos. Los eventos más dramáticos o catastróficos deben producir las olas más fuertes. Estas ondas se distorsionan en el espacio-tiempo y luego irradian hacia fuera a la velocidad de la luz.
La Colaboración Científica LIGO cuenta con un laboratorio en Hanford (Washington) y otro en Livingston (Louisiana), así como con instalaciones en Hanover (Alemania), desde los que se buscan ondas gravitacionales de origen astrofísico y se desarrollan detectores de estas ondas a gran escala.
Hasta ahora, la astronomía estaba basada en la luz, las ondas de radio o los rayos X mientras que ahora, las ondas gravitacionales están llamadas a ganar terreno porque son absorbidas muy fácilmente por la materia existente, con lo que son prácticamente transparentes al universo.