De Hollywood al abismo: el famosísimo actor que lo tuvo todo y ahora está arruinado

Durante décadas, la industria cinematográfica de Hollywood ha sido la cuna de los sueños cumplidos, de las fortunas súbitas y de los estilos de vida más excéntricos. Pero también ha sido testigo de caídas estrepitosas, de historias que comenzaron en la cima del éxito y terminaron en el abismo financiero. Uno de los casos más asombrosos es el de Nicolas Cage, un intérprete que pasó de ganar un Oscar y amasar una fortuna multimillonaria, a aceptar cualquier papel que le ofrecieran para sobrevivir económicamente. En OKDIAIRO destacamos su historia, pero también vamos a mencionar otros casos que merecen estar encima de la mesa.

La ruina de Nicolas Cage

A lo largo de su carrera, Nicolas Cage acumuló una riqueza estimada en más de 150 millones de dólares, gracias a sus películas más taquilleras y a una época en la que era considerado uno de los actores más rentables del cine. Sin embargo, en lugar de invertir con cabeza, el actor comenzó a construir un catálogo de posesiones difícil de igualar incluso en Hollywood. Adquirió quince mansiones repartidas por el mundo, incluidos dos castillos, uno en Inglaterra y otro en Alemania. También compró una isla privada en Las Bahamas, y se convirtió en coleccionista de objetos extravagantes como cobras albinas valoradas en cientos de miles de dólares, una tumba piramidal en Nueva Orleans, un cráneo de dinosaurio que le fue reclamado por Mongolia y hasta un pulpo que usaba, según decía, para mejorar sus habilidades interpretativas.

Los gastos comenzaron a devorar sus ingresos. A pesar de las advertencias de su administrador financiero, Cage se mostró inflexible con sus deseos. Las propiedades requerían un mantenimiento millonario y, como era de esperar, los impuestos acumulados también comenzaron a hacer mella. Solo el pago de tasas impositivas llegó a superar los 14 millones de dólares, una cifra que desestabilizó por completo su patrimonio. En un intento de seguir manteniendo su nivel de vida, continuó comprando sin freno, incluso una casa encantada en Nueva Orleans, vinculada a crímenes históricos, por casi cuatro millones de dólares. Las alarmas comenzaron a sonar cuando su fortuna pasó de los 150 millones a apenas 25 millones, y ni siquiera ese monto estaba disponible para cubrir todas sus obligaciones financieras.

En el año 2014, su situación ya era insostenible. Arrastraba deudas por valor de 6.3 millones de dólares y muchos de sus bienes ya habían sido embargados o vendidos apresuradamente para intentar amortiguar el golpe. Aunque algunos le recomendaron declararse en bancarrota, Cage optó por otra vía: trabajar sin descanso. Aceptó rodar películas de bajo presupuesto, muchas de ellas directamente destinadas al mercado doméstico, muy lejos del nivel de las grandes producciones que había protagonizado años atrás. Fue una etapa dura y poco brillante en su trayectoria, marcada por títulos que fueron duramente criticados por la prensa especializada y que lo alejaron del radar del gran público.

Pese a todo, Nicolas Cage jamás expresó arrepentimiento. Siempre se ha mostrado convencido de que cada error cometido le dejó una enseñanza. Recién en el año 2021 consiguió cerrar por completo sus deudas y empezó a recibir ofertas más atractivas desde el punto de vista artístico. El público lo vio volver con una energía renovada en producciones como Pig, donde ofreció una interpretación aclamada por la crítica, demostrando que su talento sigue intacto. Su camino de regreso ha sido difícil, pero Cage logró algo que pocos consiguen en Hollywood: sobrevivir al derrumbe de su imperio financiero y recuperar su lugar en la industria.

¿Qué sucedió con Brendan Fraser?

La historia de Brendan Fraser también merece mención cuando se habla de celebridades que lo perdieron todo. Tras su éxito en la franquicia La momia, Fraser fue considerado uno de los rostros más rentables del cine de acción. Pero tras alcanzar la fama global, su presencia en las grandes producciones comenzó a desvanecerse. Diversos problemas personales, sumados a un complejo divorcio y una denuncia por acoso que lo afectó emocionalmente, lo alejaron de los focos y lo condujeron a aceptar papeles menores. Durante años, enfrentó dificultades económicas para mantener a sus tres hijos y conservar las propiedades que había adquirido durante su mejor momento.

La mala suerte de Kim Basinger

Kim Basinger, símbolo sexual de los años ochenta y ganadora de un Oscar, también experimentó una caída que pocos imaginaron. Su legendaria participación en Nueve semanas y media y su atractivo físico la convirtieron en un fenómeno de masas. Sin embargo, en la década de los noventa cometió una serie de errores financieros que acabaron por arruinarla. Invirtió una enorme suma en un proyecto turístico en Georgia que nunca llegó a despegar y se vio envuelta en un conflicto legal tras rechazar protagonizar Boxing Helena, cuando ya había firmado contrato.

Todas estas historias tienen un punto en común: la delgada línea que separa la cima del abismo. El éxito en Hollywood es efímero, y la gestión de las finanzas personales, especialmente cuando se tienen ingresos astronómicos, puede marcar la diferencia entre una vida cómoda tras la fama o una existencia marcada por las deudas y el olvido.