Se hacen pasar por golfistas y engañan al régimen comunista para visitar entre risas Corea del Norte

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Los dos australianos posando entre risas ante las estatuas de los dictadores norcoreanos.

Entrar en Corea del Norte es una odisea, ni siquiera los más importantes mandatarios mundiales ni los empresarios de renombre logran acceder al país más hermético y desconocido del mundo. La dictadura totalitaria comunista, un régimen además hereditario al modo de las monarquías absolutas del medievo, no acepta visitas si antes no ha investigado a fondo a los visitantes, sus intenciones, su origen, la conveniencia de su presencia allí… O eso parecía, porque dos australianos se han colado en el país de Kim Jong-un echándose unas risas al hacerse pasar por golfistas profesionales de prestigio en su país.

Morgan Ruig y Evan Shay lograron engañar a los funcionarios norcoreanos y pudieron incluso participar en un torneo de golf en el Estado totalitario. Los dos ciudadanos australianos, ambos de 28 años, se encontraban de gira en China participando en torneos de polo cuando decidieron hacerse pasar por golfistas para participar en el Campeonato de Golf Amateur de Corea del Norte los pasados 8 y 9 de octubre solicitando permisos por correo electrónico, según revela la web 9news.com.

Ruig y Shay explicaron a la citada web cómo lograron traspasar los registros de las autoridades para que éstas creyeran que eran un equipo oficial de golf australiano e incluso llegaron al país portando chaquetas verdes para disimular el engaño.

La pareja se arriesgó mucho, porque tuvo que entregar sus pasaportes a los funcionarios cuando entraron en Corea del Norte, pero disfrutaron de muchas ventajas como invitados de honor.

Los dos australianos fueron llevados en visitas oficiales alrededor de la capital de Pyongyang, y ahora muestran en imágenes sus posados sonrientes junto a las estatuas de los dictadores del país Kim Jong-un y Kim Jong-il con ramos de flores. Hay que recordar que, como todos los visitantes, estos dos golfistas simulados, naturales de Brisbane, fueron acompañados durante todo el viaje de cinco días por guías del régimen comunista para controlar todas y cada una de sus actividades.

Sin embargo, su incapacidad para el juego del golf quedó a la vista en el torneo de dos días en el complejo de golf de Pyongyang, el único campo de golf de Corea del Norte. El evento atrajo a 85 jugadores internacionales. Según un testigo, Ruig y Shay habían jugado tan mal que «llevaronla vergüenza a sus familias».

Sin embargo, esto no les ha disuadido de hacer bromas a su regreso a Australia: «Creo que hay un nuevo campo de golf nacional en Somalia…», apuntó Ruig con sorna.

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