Un famoso concursante de Masterchef desvela lo mal que lo pasó durante su estancia en la casa

Un concursante de Masterchef no ha dudado en desvelar lo mal que lo pasó durante su estancia en este concurso. Fray Marcos un monje dominico venezolano fue seleccionado para participar en el popular concurso de cocina. Un fichaje que sorprendió al público y hasta él mismo que tuvo que adaptarse y convivir con personas que no compartían su estilo de vida, ni forma de pensar. La grandeza de este concurso de cocina es que nunca se sabe con qué concursantes nos sorprenderán, la llegada de Fray Marcos dejó a más de uno en shock.

Fray Marcos desvela lo mal que lo pasó en la casa de Masterchef

 

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La estancia en Masterchef no siempre es muy agradable, hay momentos en los que se ponen a prueba no solo las habilidades de cocina de los concursantes, sino también su forma de relacionarse con los demás. La llegada de Fray Marcos fue una sorpresa, este religioso venezolano lo pasó realmente mal en el programa.

No debe ser fácil para alguien que vive alejado del mundo, centrado en la religión, pero Fray Marcos decidió salir de su zona de seguridad y poner rumbo al concurso. La revista Dominicos publica una entrevista con el religioso en la que nos ayuda a conocer un poco más a este hombre que intentó darlo todo, pese a los dolores que sufría.

Tal como él mismo reconoce: «Me recomendaban que lo entregara [el pin de la inmunidad], pero ya estaban ocurriendo cosas dentro de mí, muy personales, muy íntimas… Y la convivencia también fue desgastándome, desanimándome». Para este hombre la religión lo es todo, por lo que intentó dar siempre lo mejor de sí mismo.

Los dolores físicos llegaron a un punto que fueron demasiado intensos, en esta revista explica que: “Lo más difícil es tener que soportar a veces dolores físicos. Tengo un diagnóstico de tres hernias lumbares. Se me duermen mucho los brazos”. Una dificultad que le impidió cocinar como los demás, con las mismas condiciones.

Fray Marcos destaca que la convivencia y el hecho de adaptarse a personas tan diferentes como Francesc le ha hecho ver que: «Me hice amigo de un personaje allí, el dandy, el mujeriego, de 59 años, guapo, de buena presencia. Nos tocó compartir habitación y él decía, tan cómico ‘he estado con tantas mujeres y no podía imaginar que iba a dormir con un cura’. Le dije aclara eso: ‘compartes la habitación con un sacerdote”. Se lleva lo personal y las amistades de una experiencia que para él fue bastante dura.