La española que fue ‘chica Playboy’ y ahora es barrendera en Barcelona: así ha sido su cambio de vida
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Hay una conocida modelo que se ha visto obligada a cambiar de vida
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Una de las mujeres más famosas de nuestro país se ha visto obligada a cambiar de vida de forma radical. En su momento fue portada de la revista Playboy, también despertó el interés del director de Interviú y protagonizó una infinidad de programas que consolidaron su trayectoria mediática. Durante unos años tenía que estar pendiente de los paparazzi, pero ahora su vida ha dado un giro radical y ha terminado trabajando de barrendera en Barcelona. Es un empleo muy honrado, pero que no tiene nada que ver con su pasado televisivo. Estamos hablando de Estíbaliz Sanz, una polémica modelo que consiguió enamorar a Pocholo en el reality Hotel Glam.
Estíbaliz Sanz ha reconocido públicamente los problemas que le llevaron a tocar fondo. Resurgir de sus cenizas no fue nada fácil y tuvo que pedir ayuda, pero promete que siempre contó con el apoyo de sus padres. Su entorno fue clave en el proceso de recuperación que llevó a cabo para transformarse en una persona distinta. Según contó en una entrevista que dio en Sálvame Deluxe, cuando trabajaba en Crónicas Marcianas su cuenta bancaria era completamente envidiable. Ganaba muchísimo dinero y llevaba un ritmo de vida que no estaba al alcance de casi nadie. La cuestión es que no supo invertir su fortuna y derrochó grandes cantidades que hoy en día le vendrían muy bien.
Sanz intentó empezar de cero y se encontró con una realidad que no fue del todo agradable. Todo el mundo le vinculaba a sus años dorados y nadie le quería dar una oportunidad. «Voy cada día a echar currículos, pero no me llaman», se quejaba la ex modelo. Y más tarde añadió: «Se piensan que no sé hacer nada más que televisión. Y no es así. A mí no se me caen los anillos por trabajar en cualquier sitio, en una fábrica, de barrendera».
Una propuesta indecente
Estíbaliz Sanz vivió en primera persona un momento realmente incómodo. Asegura que hace años le ofrecieron mantener relaciones íntimas a cambio de dinero. Era una cantidad muy suculenta, aunque nunca se le pasó por la cabeza aceptarla. «Siempre dije que no. La primera vez que me llegó una oferta así fue por una señora muy conocida. Me dijo que tenía una amiga que llevaba azafatas en congresos. Inocente de mí me lo creí y la llamé. Era para acompañar a hombres y les dije que no volverían a llamarme jamás».
La protagonista de nuestra noticia se ha dado cuenta de que la fama no dura para siempre. Ha tomado decisiones muy equivocadas y ahora el público se acuerda de ella por conflictos que en su día generaron bastante polémica, como por ejemplo la relación que tuvo con Pocholo. No guarda un buen recuerdo del empresario y asegura: «No he vuelto a tener ningún trato, ni tampoco querría tenerlo. Fue una experiencia en mi vida muy negativa. Dejé la relación cuando más fuerzas tenía. Me lo pasaba muy bien. Disfruté muchísimo y me lo pasé genial. ¡Que me quiten lo bailao!».
Problemas económicos
Después de años alejada de los focos, reapareció en 2012 en el plató de Sálvame, movida por la necesidad de generar ingresos. En esa intervención televisiva, confesó cómo su paso por Hotel Glam y la relación con Pocholo Martínez Bordiú le dejaron más secuelas personales que beneficios y cómo aquel desgaste la había dejado sin una base económica sólida con la que afrontar el futuro. No le tembló la voz al hablar de los conflictos que tuvo con su ex y también fue muy clara cuando afirmó que había pagado un precio muy alto por ser una estrella.
Con el tiempo, Estíbaliz se vio obligada a aceptar trabajos muy alejados del mundo del espectáculo. Para asegurar una mínima estabilidad y poder cuidar de su hijo Kyle, no dudó en emplearse como barrendera. Más adelante, también trabajó como camarera y como vendedora puerta a puerta, en una etapa marcada por la precariedad pero también por la determinación de salir adelante por sus propios medios. Ella misma reconoció que algunas personas se sorprendían al verla, pero se siente muy orgullosa de haber superado esta época. Eso sí, el destino le ha planteado muchos retos.
En su visita de 2020 a Sálvame Deluxe, la modelo fue aún más clara al hablar de su complicada situación. En aquel momento vivía con unos ingresos mensuales de apenas 426 euros, cantidad con la que debía hacer frente a los gastos diarios y mantener a su hijo, ya con diez años. La franqueza con la que narró su realidad impactó a muchos, sobre todo porque mostraba una cara totalmente distinta de la mujer que, tiempo atrás, acaparaba portadas de revistas y flashes de los paparazzi. La historia de Estíbaliz es importante a la hora de analizar la crónica social porque demuestra que el éxito mediático, en demasiadas ocasiones, tiene fecha de caducidad.