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Ni zumos ni horchata: la mejor bebida para que los mayores de 65 años combatan la sed y el calor este verano

  • Ana López Vera
  • Máster en Periodismo Deportivo. Pasé por medios como Diario AS y ABC de Sevilla. También colaboré con la Real Federación de Fútbol Andaluza.

Con la llegada del verano, las temperaturas extremas se convierten en una amenaza para la salud. Mientras muchas personas buscan alivio en bebidas dulces o refrescantes, hay una opción insustituible que destaca por encima del resto por su eficacia, accesibilidad y beneficios para el organismo.

Esta bebida sigue siendo el recurso más efectivo para mantenerse hidratado cuando el calor aprieta, especialmente en los mayores de 65 años, quienes presentan una mayor vulnerabilidad ante la deshidratación.

Por qué el agua es la mejor bebida para los mayores de 65 años en verano

El agua es, sin discusión, la principal aliada frente a las altas temperaturas. No sólo es esencial para la vida, sino que su consumo adecuado adquiere aún mayor relevancia a medida que envejecemos.

Según los expertos del Hospital Clínico de Barcelona, los mayores deben beber un mínimo de 1,5 litros de agua diarios, cifra que puede aumentar en función del clima o la actividad física.

En esta etapa de la vida, la sensación de sed disminuye, lo que hace que muchas personas mayores no beban lo suficiente hasta que aparecen síntomas de deshidratación.

Esta falta de percepción incrementa el riesgo de caídas, fatiga, confusión e incluso problemas renales. Por eso, la ingesta de agua debe ser continua y no depender únicamente del impulso de beber.

Estos son los numerosos beneficios del agua, según los expertos

El agua cumple funciones clave en el organismo y su impacto en la salud es especialmente evidente en personas mayores. El Hospital Clínico de Barcelona destaca varios beneficios fundamentales. Estos son algunos de ellos:

Otras bebidas saludables para las personas mayores

Aunque el agua debe ser la bebida principal, existen alimentos y líquidos que pueden complementar su consumo. Frutas con alto contenido de agua como melón, sandía o naranja, y verduras como pepino o lechuga, aportan líquidos junto a vitaminas esenciales.

Estas opciones son especialmente útiles para personas con poco apetito o dificultades para beber grandes cantidades de líquido.

Asimismo, en casos de calor extremo, pueden utilizarse bebidas con electrolitos, siempre bajo recomendación médica, para reponer las sales perdidas por sudoración. Por el contrario, conviene evitar bebidas alcohólicas o con cafeína, ya que favorecen la pérdida de líquidos.

Para facilitar una hidratación constante, el uso de alarmas, botellas visibles o apps recordatorias puede resultar de gran ayuda. También es importante que los mayores permanezcan en lugares frescos y con acceso constante a agua potable. Y tú, ¿tomas este líquido con regularidad?