8 motivos que explican por qué se fracasa en el ejercicio

Incluir la actividad deportiva en nuestras vidas es una de las mejores decisiones que podemos tomar. Al comienzo del verano y a principios de año, mucha gente reanuda de nuevo el trabajo en el gimnasio con intención de ponerse en forma, pero son muy pocos los que consiguen su objetivo. Al cabo de unas semanas la mayoría acaba abandonando. Puede que la actividad, los monitores o el propio espacio deportivo no sean los más adecuados, pero hay otros 8 motivos que explican por qué se fracasa en el ejercicio.

1-Escoger un deporte que no nos guste

Intenta elegir una disciplina en la que te puedas sentir cómodo y relajado, que te resulte además divertida. De lo contrario el aburrimiento te llevará a abandonar. Entre las alternativas con más adeptos se encuentran las actividades en grupo como el yoga o el spinning. Procura que se combine el cardio, con circuitos y música.

2-Falta de interés

Mucha gente se apunta al gimnasio o a una actividad porque lo hace un amigo o familiar. Sin embargo, no disfruta con ella. Para conseguir buenos resultados es preciso que estemos interesados en incorporar a nuestra rutina una disciplina y un estilo de vida determinado.

3-No realizar control médico previamente

Antes de comenzar una actividad deportiva se recomienda por motivos de salud realizar una revisión médica para saber si somos aptos. Hay disciplinas que pueden resultar muy dañinas en función de la persona. De ahí que en ocasiones se sufran sobrecargas, torceduras y lesiones importantes debido a que no se adaptan a la situación de cada uno.

4-Crearse una falsa idea

Hay gente que se apunta a una actividad con intención de perder los 8-10 kilos que les sobran, pero al cabo de una semana no aprecian aún las mejoras. Eso les llevará a frustrarse y posiblemente a dejar el deporte. Lo más saludable es deshacerse cada semana de un kilo aproximadamente.

5-Establecer horarios razonables

En ocasiones resulta complicado conciliar la vida laboral, la familia y el deporte. Resulta complicado que una persona que trabaja seis días a la semana y tiene varios hijos pueda dedicar un par de horas a diario a entrenar. Lo más coherente es buscar un hueco cuando se pueda y hacer una sesión de una hora aproximadamente. Con tres días a la semana sería suficiente.

6-No cambiar la intensidad ni el ejercicio

Cuando se realiza siempre el mismo tipo de ejercicio el cuerpo se acaba adaptando a ello y ya no resultará tan eficiente a la hora de quemar grasas.

7-Hacer ejercicio no es sinónimo de poder comer más

Mucha gente comete el error de creer que por realizar ejercicio tiene más facilidades para comer todo aquello que desee. Sin embargo, esto no es así. Para conseguir los objetivos que se plantee es necesario alimentarse de una manera equilibrada, reduciendo las grasas y azúcares.

8-No descansar bien

Por las noches hay que dormir entre 7 y 8 horas para afrontar la jornada siguiente con el depósito a tope de energía. También es preciso controlar los días de entrenamiento. Ejercitarse un día tras otro sin parar no te garantiza nada bueno.