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Indican una nueva forma de estudiar el cerebro sin dañar sus tejidos

El cerebro es uno de los órganos más delicados y desconocidos del cuerpo humano. En comparación con otros, sabemos muy poco respecto de su funcionamiento. Son varias las razones por las que no es fácil estudiarlo y uno de los motivos principales es lo sensible que resulta al contacto. No obstante, hay una nueva forma de estudiar en el cerebro sin dañar sus tejidos importantes.

Todo se lo debemos a un grupo interdisciplinar de científicos del Instituto de Ciencia y Tecnología de Austria -ISTA- que anunció recientemente LIONESS, un nuevo modo de observar la estructura y la dinámica del cerebro sin que conlleve ningún riesgo.

Así se debe estudiar el cerebro sin dañar sus tejidos

Básicamente, el novedoso sistema permite a los científicos adentrarse en las profundidades de este órgano en alta resolución, evitando tener que causarle pequeños daños para informarse sobre su estado y condición. Así lo indica la revista Nature Methods.

Hay que tener en cuenta que, en ciertas ocasiones, los médicos deben trabajar sobre una red de 86.000 millones de neuronas, cantidad aproximada que conforma este dispositivo computacional tan sofisticado como el de un ordenador de última generación. Para la neurociencia, el estudio por imagen es clave porque no pueden actuar por largos períodos de tiempo en un cerebro abierto.

Esta innovación fue desarrollada por el Johann Danzl en el ISTA, y supone uno de los mayores avances registrados en la materia. Llamado Live Information Optimized Nanoscopy Enabling Saturated Segmentation, de ahí LIONESS, facilita un proceso de alta complejidad mediante el cual se pueden obtener imágenes y reconstrucciones con un nivel de nitidez imposible hasta ahora.

Philipp Velicky, líder del proyecto, dijo que así acceden a «una imagen reconstruida de la organización celular en tres dimensiones, en la que el tiempo constituye la cuarta dimensión, ya que las imágenes de la muestra pueden obtenerse a lo largo de minutos u horas».

Superador de la microscopía óptica

En el pasado, la microscopía óptica era la manera de analizar seres vivos y registrar volúmenes de tejido intactos cortándolos ópticamente y no físicamente. Sin embargo, el potencial de las ondas de luz había tocado techo y se necesitaba una instancia superadora como LIONESS. Esta nueva microscopía óptica de superresolución promete dejar atrás las limitaciones padecidas.

De hecho, más bien se trata de una superresolución isotrópica logrando una visualización con un detalle similar a la nanoescala 3D. Más que suficiente para que la comunidad de investigadores hable de uno de los adelantos tecnológicos más relevantes del siglo.