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Economía
Tasas

Adiós a la tasa de basuras: así puedes reclamar la devolución del impuesto y la OCU lo confirma

En los últimos años, muchas grandes ciudades de España y municipios han impuesto a sus ciudadanos el pago de una tasa de basuras que sin duda, provoca malestar entre muchos. De hecho, no es sólo el tener que pagar un impuesto por servicios como la gestión de los residuos o la recogida de basuras. Los vecinos no acaban de entender el porqué si reciclan y llevan ellos mismos la basuras a los contenedores y al punto verde, tienen que pagar. Pues bien, ahora se puede reclamar por dicha tasa según ha explicado la OCU.

Y es que lo peor es que dependiendo de dónde vivas, la tasa de basuras puede llegar a superar los 100 euros, de modo que se ha creado una sensación de injusticia generalizada y también que muchos quieran saber si es posible hacer una reclamación, que la OCU ya ha confirmado. Pero antes que nada debemos ir al origen del problema. Todo comenzó con la nueva normativa europea sobre residuos, que obliga a los municipios a aplicar un principio muy concreto: «quien más contamina, más paga». La idea parecía lógica sobre el papel, pero su aplicación práctica ha resultado caótica. Cada ayuntamiento ha interpretado la norma a su manera, y eso ha dejado a muchos contribuyentes pagando más sin una base que justifique el incremento.

De este modo, la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) ha confirmado que no todos los cálculos aplicados son correctos. De hecho, algunos podrían ser contrarios a la directiva europea, lo que abre la puerta a reclamar la devolución del importe. Y lo más importante: hacerlo no es tan complicado como parece.

Por qué la nueva tasa de basuras genera tantos conflictos

Desde el pasado mes de abril, los ayuntamientos debían adaptar su sistema de cobro al nuevo modelo europeo. En teoría, el objetivo era premiar a quienes generan menos residuos y penalizar a quienes producen más. Pero en la práctica, muchas ciudades han optado por criterios poco relacionados con la basura real que generamos.

En Madrid, por ejemplo, el cálculo se hace en función del valor catastral de la vivienda, algo que no guarda relación directa con la cantidad de residuos. En otras localidades, el importe depende del consumo de agua, de la ubicación del inmueble o incluso del número de personas empadronadas. El resultado ha sido una gran desigualdad entre municipios: mientras en la capital la tasa puede llegar a los 149 euros, en ciudades como Valencia o Barcelona apenas supera los 40.

Este nuevo sistema ha provocado un sentimiento generalizado de injusticia. No son pocos los vecinos que se preguntan por qué pagan más si generan lo mismo o incluso menos basura que antes. Y es ahí donde la OCU ha dado un paso al frente: muchos de esos criterios podrían ser ilegales si no se ajustan al principio básico de la norma europea.

Cuándo la tasa de basuras es ilegal, según la OCU

La OCU ha sido clara: si tu ayuntamiento aplica una cuota fija igual para todos o si el importe se calcula en función del valor de la vivienda, la tasa podría no ser válida. La directiva europea exige que el cálculo se base en la cantidad real de residuos generados, no en factores externos como el barrio o el uso del inmueble.

Además, hay casos especialmente polémicos en zonas turísticas o con gran presencia comercial. En algunos municipios, los residuos generados por negocios u hoteles se mezclan con los domésticos y acaban repercutiendo sobre los vecinos, lo que también vulnera el principio de proporcionalidad. Según la OCU, esa práctica podría considerarse una mala aplicación de la norma europea, y los ciudadanos afectados tienen derecho a reclamar.

Cómo puedes reclamar la devolución de la tasa

El proceso de reclamación no requiere abogados ni grandes trámites. Lo primero que hay que hacer es pagar el recibo. Puede parecer contradictorio, pero sólo de este modo se puede presentar después un recurso de devolución si se confirma que el cobro fue indebido.

Una vez abonado, hay que presentar un escrito de recurso. Existen modelos tipo que ofrecen asociaciones de consumidores o incluso algunos ayuntamientos. En el documento basta con incluir los datos personales, el justificante de pago y el motivo de la reclamación, señalando que el criterio aplicado no respeta el principio de «quien más contamina, más paga».

El siguiente paso es entregar la documentación a través de la sede electrónica del ayuntamiento o de forma presencial en sus oficinas de atención ciudadana. Conviene llevar dos copias para quedarse con una sellada como comprobante.

Plazo para presentar la reclamación

El plazo para recurrir no es indefinido. Según recuerda la OCU, los vecinos disponen de un mes desde la notificación del nuevo recibo o carta informativa de la tasa. Si en ese tiempo no se presenta el recurso, se pierde el derecho a reclamar.

Una vez registrado, el ayuntamiento tiene la obligación de responder. Si no lo hace, el silencio administrativo se entiende como una denegación, y el ciudadano puede acudir entonces a la vía contencioso-administrativa. Aunque este paso ya implica un proceso judicial, muchas reclamaciones se están resolviendo favorablemente en la fase previa, lo que demuestra que la presión vecinal y el respaldo de las asociaciones están dando resultado.