`
Economía
Agricultura

Un agricultor holandés tiene 100 toneladas de coles que no puede vender y su solución desata aplausos en las redes

  • Manuel Morera
  • Periodista y fundador del pódcast V9, el programa de F1 más escuchado de España. Universidad de Valencia y Radio 3. Anteriormente en ElDesmarque, Levante TV y Las Provincias.

Las campañas agrícolas no siempre salen como se espera, pero parece que en Europa todo lo relacionado con verduras y hortalizas se hace a lo grande. En Holanda acaban de vivirlo con un agricultor que cosechó 100.000 kilos de coles más de lo previsto.

Esto es lo que le ha ocurrido a Johan Bierna, un agricultor de Países Bajos, que ha visto como una temporada más productiva de lo prevista ponía en jaque su explotación. En total 100 toneladas a las que no podía darles salida.

Su historia se ha hecho viral tras aparecer en medios neerlandeses como el Nederlands Dagblad. Por suerte, se ha convertido en un ejemplo de solidaridad y ha tomado la mejor decisión posible.

Un agricultor holandés se hace viral por tener un excedente de 100.000 kilos de coles

Johan Bierma se encontró esta temporada con unos campos repletos de col lombarda. En total, produjo cerca de 500.000 kilogramos, un 30% más de lo que había previsto inicialmente.

Lo que sobre el papel podía parecer una buena noticia, se transformó muy pronto en un problema serio: no había forma de sacarlo al mercado. El agricultor consiguió vender alrededor de 400.000 kilos, pero más de 100.000 kilogramos quedaron sin salida.

Además, el calendario en agricultura rara vez juega a favor del trabajador. La col no podía permanecer indefinidamente en el campo y, sin compradores a la vista, el destino de esa parte de la cosecha apuntaba directamente al desperdicio.

Para Johan, pese al buen año, esto era un golpe muy duro de asimilar. No sólo suponía una pérdida económica tener que tirar tanto producto, sino un golpe moral tras tantos meses de trabajo.

La solución solidaria de un agricultor para no tener que tirar 100 toneladas de coles

Cuando la situación parecía bloqueada, fue su hija, Ilse Bierma, quien dio con una alternativa fuera de los canales tradicionales. El primer paso fue contactar con el banco de alimentos de Dronten, la opción más próxima.

Sin embargo, la entidad no podía asumir el coste de la compra. Lejos de abandonar, Ilse buscó una fórmula distinta y dio con No Waste Army, una empresa especializada en la lucha contra el desperdicio alimentario.

La iniciativa fue sencilla y efectiva. A través de una campaña en línea, se ofreció a los ciudadanos la posibilidad de donar cinco euros para que 20 kilos de col lombarda fueran destinados al banco de alimentos. La respuesta fue inmediata. Tal y como recoge el Nederlands Dagblad, en sólo ocho horas se alcanzó el límite marcado por la organización.

En apenas un día, más de 2.600 personas participaron en la campaña, lo que permitió que las coles pudieran recolectarse y distribuirse entre personas que realmente las necesitaban.

Por qué el desperdicio de alimentos es algo tan preocupante

La historia de Johan Bierma pone sobre la mesa un problema estructural que va mucho más allá de una sola explotación agrícola. El desperdicio de alimentos es un fenómeno extendido en países como España.

Por desgracia, es habitual ver cómo toneladas de productos acaban desechándose por desajustes entre producción, distribución y consumo.

El problema es un sistema alimentario basado casi exclusivamente en la oferta, en el que los supermercados marcan cantidades y ritmos sin atender siempre a la realidad del campo.