La evaluación de nuevos medicamentos requiere transparencia
Expertos españoles reclaman la creación de un organismo evaluador independiente
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Fact checked
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Los expertos en economía de la salud representados por la AES se sienten inspirados por el modelo británico de evaluación de nuevos medicamentos, que encarna el británico Instituto Nacional para la Excelencia Clínica (NICE). La ponencia inaugural de sus jornadas la ha impartido Sir Andrew Dillon, ex-director de esa institución. Con esa ponencia, AES ha tratado de poner en valor la experiencia británica, coherente con «una de las grandes reclamaciones de los expertos en economía de la salud en España en los últimos años, la de la creación de una institución independiente de evaluación de las prestaciones sanitarias en la línea de la que funciona en el Reino Unido», ha dicho la organización en un comunicado. Se trata de un organismo que debería regir en España sobre las decisiones del Sistema Nacional de Salud (SNS), de acuerdo con los conocimientos y evidencias científicas disponibles.
Algunos expertos en economía de la salud en España han propuesto que se cree un organismo independiente similar al NICE, con la sugerencia de denominarlo HispaNICE. Un informe firmado por 300 de ellos está en el origen de la propuesta. Aunque el debate en torno a esta medida no ha acabado y no hay un consenso extendido sobre su conveniencia, lo que sí es creciente es el número de voces que reclaman mayor transparencia en los procesos que sirven para evaluar nuevas terapias en España.
El Consejo de Transparencia publicaba hace meses una resolución en la que se obliga al Ministerio de Sanidad a publicar los nombres de las personas que trabajan en los grupos (nodos) de la red evaluadora Revalmed. Varias sociedades científicas han pedido más transparencia de forma repetida, algunas de ellas en informes que analizan cómo se evalúan y aprueban nuevas terapias en España.
La respuesta ha sido un documento en el que se ofrece alguna información sobre los procesos de evaluación Revalmed, pero no los nombres de los integrantes de los grupos de trabajo.
Evaluación y respuestas públicas
En su conferencia, Dillon ha destacado lo importante que es la transparencia en este tipo de organismos: «La transparencia es el mejor modo de protegerse frente a las críticas». De hecho, él recomienda publicar «prácticamente» todo lo que se haga.
Anima a los evaluadores a poner a disposición del público todo su trabajo, métodos y procesos, datos de estudios clínicos sobre las terapias que analizan y evaluaciones económicas, así como la documentación que presenten otros implicados, «con unas normas claras sobre cuáles son las circunstancias en las cuales hay que mantener la confidencialidad de alguna información».
En su opinión, «cuanto más publiques sobre el desarrollo de tus recomendaciones, más tendrán que trabajar quienes las rebatan para basar sus argumentos en hechos, y no podrán hacerlo a partir de sus meras opiniones o preferencias». La transparencia significa también que tanto tus conclusiones como los comentarios que reciban tienen que ser públicos, ha insistido.
Para que una recomendación basada en la evidencia científica funcione con éxito requiere que estén alineados los objetivos de los servicios sanitarios, que la base científica sea amplia, que exista un compromiso auténtico con todos los implicados, que se proporcione apoyo para que las recomendaciones se pongan en práctica y -de nuevo- que todo esto se haga con transparencia.
Carmen Pérez, presidenta de la Asociación de Economía de la Salud (AES), Anna García-Altés, vicepresidenta de AES y presidenta del comité científico y Sophie Gorgemans representando al comité organizador, han inaugurado las jornadas, que se celebran bajo el lema «Nuevas necesidades y viejos desafíos: propuestas para una agenda transformadora», las jornadas recuperan su formato presencial tras la pandemia.
Carmen Pérez, presidenta de AES, ha destacado la necesidad de este tipo de encuentros «para proponer una agenda transformadora que permita dar respuesta a las nuevas necesidades y a los viejos desafíos a los que se enfrenta nuestro sistema sanitario y, por extensión, nuestra sociedad». Además, la presidenta de AES ha querido agradecer a la Universidad de Zaragoza y al Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud «el apoyo incondicional para la organización».
A lo largo de los tres días que duran estas Jornadas AES se tratan cuestiones relacionados con el impacto de la COVID-19 como el incremento de la demanda de servicios de salud mental, la violencia machista o la irrupción apresurada de la necesidad de atención sanitaria y sociosanitaria. Pero también se tratarán temas recurrentes en torno a la Economía de la Salud que mantienen un interés vigente y, en muchos casos, reforzado: la salud pública, desigualdades y equidad, gestión sanitaria, la perspectiva enfermera en la gestión, la evaluación económica en el Sistema Nacional de Salud, y efectividad comparada, COVID-19 o determinantes de salud entre otros.
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