Cómo elegir el agua mineral que más te conviene

Desde siempre las aguas minerales han tenido fama de resultar muy beneficiosas para la salud. Estaban ligadas a manantiales y a ubicaciones concretas sobre las que luego irían levantándose balnearios. Con el paso del tiempo los propietarios fueron envasando estas aguas según su composición. Hoy te explicamos cómo elegir el agua mineral que más te conviene. Según los consejos de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, las personas deberían consumir entre 2 y 2,5 litros al día, sin importar la edad. Y eso pese a que la percepción de sed y de concentración renal se reduce con el aumento de los años.

Bebida pura y sana

Para asegurarnos una correcta hidratación es preciso que la cantidad y la calidad del agua que se consuman sean adecuadas. Esto lo consigueremos cuando sea agua mineral natural, ya que se trata de una bebida sana y pura desde que se recoge en los manantiales y no exige ningún proceso de desinfección para su consumo. En lo referente a la cantidad, hoy en día encontramos en el mercado una gran variedad de envases de distintos formatos que se adaptan a las exigencias de cada momento.

Aguas minerales naturales

Hay que decir que las aguas minerales naturales cuentan con una composición en minerales que se mantienen pese al paso del tiempo. Esto resulta muy interesante para nuestra salud y podremos beneficiarnos de ellos según las necesidades.

Mineralización débil

Seguro que habrás escuchado hablar de las aguas minerales de mineralización débil, media o fuerte. A continuación te aclaramos las características de cada una. Las débil o muy débil cuentan con un alto efecto diurético, pensadas sobre todo para aquellas personas que sufren cálculos urinarios, para la preparación de alimentos infantiles y de biberones, así como aquellas con problemas de hipertensión.

Mineralización media

Las de mineralización media son bastante parecidas en cuanto a efectos y beneficios a las aguas de mineralización débil, sólo que la acción diurética resulta inversamente proporcional a su contenido en residuo seco. Por contra, las de mineralización fuerte añaden a nuestro organismo minerales importantes como pueden ser el magnesio o el calcio. Como acabamos de ver los tres modelos son distintas y cada una cuenta con unas ventajas respecto a las otras.

Aguas ricas en calcio

Las aguas ricas en calcio están pensadas para aquellas personas con carencias de este mineral. Se puede decir que ocasiones la ingesta de agua puede llegar a satisfacer los objetivos nutricionales de magnesio y agua, resultando especialmente interesantes para la mejora de la digestión. Hay gente que por distintos motivos no toleran la leche o que simplemente no le gusta y pueden encontrar en estas aguas una buena alternativa.

Distintos beneficios para el organismo

El agua mineral que se compra en las botellas resulta muy beneficiosa para ciertos parámetros fisiológicos, estabilizando además la tensión arterial y el perfil lipídico de la sangre. Así lo demuestran al menos ciertos estudios que muestran el efecto favorable de ciertas aguas minerales a la hora de controlar el colesterol y la hipertensión. Al margen del agua que escojas, lo importante es beber los dos litros diarios.