Dr. Manuel de la Peña: «Un 60% de los pacientes que han sufrido un infarto no realiza ejercicio»

El doctor Manuel de la Peña, destacado cardiólogo y experto en longevidad, alerta sobre el impacto del colesterol en la salud cardiovascular

Manuel de la Peña
El doctor Manuel de la Peña es autor del libro "Guía para vivir sanos 120 años".

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Cada cinco segundos, alguien en el mundo sufre un infarto de miocardio, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En España, alrededor de 70.000 personas padecen esta condición cada año, y el 30% no llega a tiempo al hospital. El doctor Manuel de la Peña, destacado cardiólogo y experto en longevidad, advierte sobre el papel crucial del colesterol mal controlado en estos eventos y propone medidas preventivas y terapéuticas para reducir su impacto.

Factores de riesgo

El doctor de la Peña señala que el 90% de los pacientes que sufren un infarto son personas asintomáticas que presentan presentan factores de riesgo cardiovascular previos, entre ellos niveles elevados de lipoproteína (a) y colesterol LDL. Estos lípidos favorecen la formación de placas de colesterol en las arterias, causando su endurecimiento y reduciendo el flujo sanguíneo. De hecho, el daño en las arterias comienza silenciosamente mucho antes de que los síntomas se manifiesten. Para evitar este riesgo, subraya que la lipoproteína (a) debe mantenerse por debajo de 50 y el LDL por debajo de 70, o incluso 55 en pacientes infartados.

Asimismo, la lipoproteína (a) elevada puede interferir con los mecanismos de coagulación y promover el desarrollo de coágulos y trombosis. Todo lo contrario ocurre con el HDL, el colesterol bueno, que a partir de 45 en sangre es normal y a partir de 60 nos protege contra posibles eventos cardiovasculares. El HDL sube con el ejercicio físico, sin fumar y con dieta mediterránea (aceite de oliva, pescado azul rico en omega 3, etc).
Además, otros problemas como la hipertensión no controlada (valores superiores a 130/70 mmHg), la obesidad, la diabetes y el sedentarismo, también agravan el riesgo cardiovascular. «Un 60% de los pacientes que han sufrido un infarto no realizan actividad física, y un 21% continúa fumando, lo que incrementa el peligro de un segundo episodio», alerta De la Peña.

Diagnóstico precoz y educación sanitaria

La detección temprana del infarto es clave para salvar vidas. Entre los síntomas principales se encuentran el dolor en el pecho, la sensación de opresión, sudoración, náuseas y vómitos. Según el doctor de la Peña, es fundamental entrenar a los pacientes en el reconocimiento de estos signos y en el uso de herramientas como el spray de nitroglicerina y la ingesta de una aspirina para situaciones de emergencia.

Asimismo, recomienda el uso de pruebas de imagen tecnologías avanzadas como el Angiotac Coronario y la Resonancia de Estrés para identificar de manera precoz oclusiones en las arterias coronarias y realizar diagnósticos más precisos de patología cardiovascular.

Genética y tratamientos innovadores

El doctor de la Peña enfatiza que el colesterol también tiene un componente genético importante, especialmente en casos de hipercolesterolemia familiar. Esta condición se hereda de forma autosómica dominante y requiere un control estricto mediante terapias farmacológicas.

Entre los tratamientos más eficaces menciona la combinación de medicamentos como ezetimiba, rosuvastatina y ácido bempedoico. En casos más graves, los inhibidores de la PCSK9 administrados por vía subcutánea, como el evolocumab, alirocumab o inclisirán, están logrando resultados destacados. Otra opción para eliminar el LDL y la lipoprtotéina (a) es con procedimientos de aféresis terapéutica, siguiendo las guías clínicas de la Asociación Americana de Aféresis (ASFA).

«Estos tratamientos no solo alargan la vida, sino que también disminuyen los síntomas y reducen los ingresos hospitalarios en unidades de cuidados intensivos», asegura.

Dieta mediterránea para la longevidad

Para el doctor de la Peña, la dieta mediterránea es esencial para mantener un corazón sano y evitar enfermedades cardiovasculares. Recomienda eliminar los ultraprocesados, las grasas trans y saturadas, así como restringir el consumo de sal y azúcar. Además, destaca que pequeños cambios en el estilo de vida, como 20 minutos diarios de ejercicio físico y escuchar música durante media hora, pueden marcar una gran diferencia en la salud a largo plazo.

Un enfoque integral hacia la longevidad

En su libro Guía para vivir sanos 120 años, de la Peña describe cómo una vida equilibrada puede extender significativamente la esperanza de vida. Cita el caso de Servando, un paciente de 109 años que recuperó su calidad de vida en menos de 24 horas tras la implantación de un marcapasos.

Por otro lado, señala que en sus entrevistas clínicas a supercentenarios se encontró que las personas de 110 años tenían su colesterol total en 120, su tensión arterial en 120 y que habían restringido el consumo de sal y azúcar, hacen ejercicio físico al menos veinte minutos al día, ninguno fumaba y saben gestionar la calma.

Por tanto, un 75% de la longevidad depende de costumbres como la dieta mediterránea, el ejercicio diario y prácticas sencillas como escuchar música durante treinta minutos al día. Además, el doctor fomenta la importancia de la dieta mediterránea y eliminar el consumo de ultraprocesados, grasas trans y grasas saturadas del menú diario como clave para alargar la vida libre de enfermedades.

Además, su obra explora los tratamientos experimentales más avanzados para extender la longevidad y detalla innovaciones en el ámbito cardiovascular.

Reconocimientos y legado

El libro de De la Peña, con su tercera edición en menos de tres meses, va camino de ser un best seller y se ha convertido en un verdadero manual de instrucciones, ya que no solo aboga por mantener una vida equilibrada, sino que explora los tratamientos experimentales más avanzados para extender la longevidad.

El doctor Manuel de la Peña está revolucionando los criterios de salud con su nueva obra «Guía para Vivir Sanos 120 Años». En ella destaca en a Servando, que a sus 109 años recuperó su vida en menos de 24 horas tras implantarle un marcapasos. Un ejemplo vivo de que la longevidad está al alcance de quienes adoptan hábitos saludables. Dedica un capítulo del libro a «Cuidando el corazón», donde describe indicaciones y cómo en el mundo cada año se implantan más de un millón de marcapasos, de los cuales 40.000 se implantaron en España y 200.000 en Estados Unidos, salvando la vida de pacientes cardiacos.

De la Peña, además de profesor de cardiología, es escritor, académico, doctor cum laude en medicina y director de la cátedra del corazón y longevidad. Es un reconocido gurú de la longevidad y preside el Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social. Ha recibido varios premios como la Insignia de Oro de la Asociación de Pacientes Coronarios (APACOR), la Medalla de Bronce de la Sociedad de Estudios Internacionales (SEI) y el premio Escultura Donante-Receptor de la Asociación Española de Trasplantados de Corazón. Su trabajo ha revelado la presencia de un yacimiento de supercentenarios en España, posicionando al país como líder en longevidad.

Con sus aportaciones, de la Peña no sólo alerta sobre los riesgos del colesterol mal controlado, sino que también ofrece herramientas y estrategias para alargar la vida libre de enfermedades.

 

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