Cómo mejorar la calidad de vida de personas con Alzheimer

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El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta a millones de personas en todo el mundo, deteriorando progresivamente su memoria, capacidad de razonamiento y autonomía. Aunque no existe una cura, sí es posible mejorar la calidad de vida de quienes la padecen, con estrategias que cuiden no solo su salud física, sino también su bienestar emocional y cognitivo. Tanto en el entorno familiar como en residencias especializadas en personas con Alzheimer, existen herramientas efectivas y contrastadas que permiten a las personas que lo padecen mantener su dignidad, seguridad y conexión con el entorno el mayor tiempo posible.
Formas de lograr una mayor calidad de vida
Bienestar físico
Uno de los primeros aspectos que se deben cuidar es el bienestar físico. El Alzheimer puede conllevar alteraciones en el sueño, pérdida de apetito, dificultades de movilidad y otros problemas que, si no se atienden, empeoran la situación general del paciente.
Ejercicio adaptado
La actividad física moderada ayuda a mantener la movilidad, prevenir caídas y mejorar el estado de ánimo. Caminar a diario, hacer ejercicios suaves de estiramiento o participar en sesiones guiadas de movimiento son opciones válidas según el grado de autonomía.
Nutrición equilibrada
Una dieta rica en frutas, verduras, proteínas magras y ácidos grasos omega-3 puede beneficiar la salud cerebral. También es clave mantener una buena hidratación y adaptar las comidas para evitar atragantamientos en fases avanzadas.
Rutinas de descanso
Establecer horarios regulares para acostarse y levantarse, reducir los estímulos antes de dormir y crear un ambiente relajante favorece un sueño más reparador.
Bienestar emocional
La pérdida de memoria, la confusión y la frustración generan un gran impacto emocional en la persona con Alzheimer. Por eso es fundamental proteger su autoestima, fomentar su autonomía en lo posible y, sobre todo, mantener una relación afectiva y cercana.
Estimulación sensorial
Las terapias con música, aromaterapia o tacto suave pueden evocar recuerdos positivos, reducir la ansiedad y generar bienestar emocional.
Comunicación afectiva
Mirar a los ojos, hablar con un tono calmado y usar gestos amables ayuda a que la persona se sienta comprendida y segura, incluso cuando no entienda las palabras.
Participación en actividades significativas
Realizar tareas adaptadas a sus capacidades, como jardinería, pintar o cocinar, fomenta la autoestima y reduce el aislamiento.
Bienestar cognitivo
Aunque el Alzheimer no se puede detener, sí es posible ralentizar su avance mediante actividades que estimulen las funciones cognitivas, como por ejemplo con ejercicios de memoria y atención como juegos de asociación, sopas de letras, puzzles sencillos o repasar fotos familiares pueden reforzar las conexiones neuronales.
Terapias de reminiscencia
Hablar de episodios de la infancia o juventud, revisar álbumes o escuchar música de su época son formas eficaces de mantener viva la identidad.
Entrenamiento cognitivo supervisado
En entornos profesionales, estas actividades se planifican y supervisan con base en las capacidades de cada persona, para que el reto sea realista y motivador.
Cómo puede ayudarte Sanitas en cada fase del Alzheimer
El Alzheimer se desarrolla en tres fases: leve, moderada y avanzada. En cada una de ellas, las necesidades cambian de forma considerable. Sanitas Mayores ofrece una atención integral adaptada a cada etapa, con el objetivo de preservar la calidad de vida del paciente durante todo el proceso.
Desde los primeros síntomas, contar con profesionales especializados en geriatría y neuropsicología puede marcar la diferencia. En los centros Sanitas, el enfoque es totalmente personalizado: cada residente o usuario de centro de día recibe un plan de cuidados que combina terapias físicas, cognitivas y sensoriales, ajustadas a su estado de salud, gustos personales y evolución.
Un equipo multidisciplinar —formado por médicos, enfermeros, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y psicólogos— trabaja de forma coordinada para cuidar todos los aspectos del bienestar: desde la movilidad hasta el estado emocional.
Además, los espacios están diseñados para mejorar la seguridad y la orientación: colores contrastados, señalización clara, zonas de paseo seguras y mobiliario adaptado son algunos de los elementos que favorecen la autonomía y reducen el riesgo de accidentes.
Apoyo a las familias
El cuidado de una persona con Alzheimer puede ser emocional y físicamente extenuante para sus familiares. Sanitas también acompaña a los cuidadores, ofreciendo orientación, asesoramiento psicológico y herramientas para manejar los cambios de conducta o las situaciones difíciles.
Informar sobre la evolución de la enfermedad, enseñar técnicas de comunicación, y proporcionar tiempos de respiro mediante estancias temporales o centros de día, son formas de aliviar la carga y mejorar la convivencia.
Mejorar el bienestar de las personas con Alzheimer requiere una mirada amplia, que integre cuerpo, mente y emociones. Tanto en el hogar como en centros especializados, los cuidados deben adaptarse a las necesidades cambiantes de cada fase. Sanitas, con su enfoque integral, profesional y humano, se posiciona como un referente en el cuidado de las personas con Alzheimer, ofreciendo no solo atención de calidad, sino también esperanza, seguridad y dignidad a quienes viven con esta enfermedad.