OkSalud
patologías hepáticas

Biomarcadores en la sangre del cordón umbilical ofrecen datos para la prevención de enfermedades

Dra. Ashley: "Estamos viendo que los problemas metabólicos aparecen en edades cada vez más tempranas, lo que aumenta el riesgo de complicaciones graves"

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

El cordón umbilical podría convertirse en una especie de bola de cristal para la medicina, ofreciendo pistas sobre futuros problemas de salud en recién nacidos con riesgo de desarrollar enfermedades como diabetes, ictus o patologías hepáticas. Así lo sugiere un nuevo estudio de la Universidad de Duke (Estados Unidos), que será presentado en la Semana de las Enfermedades Digestivas (DDW) 2025, celebrada en San Diego.

Según esta investigación, ciertos cambios en el ADN presentes en la sangre del cordón umbilical permitirían identificar, desde el nacimiento, a los bebés más propensos a sufrir trastornos metabólicos, abriendo la puerta a intervenciones preventivas más tempranas y efectivas.

«Estamos viendo que los problemas metabólicos aparecen en edades cada vez más tempranas, lo que aumenta el riesgo de complicaciones graves en la vida adulta», señala la Dra. Ashley Jowell, autora principal del estudio y médica residente en el Sistema de Salud de la Universidad de Duke. «Si logramos detectar ese riesgo al nacer, podríamos prevenirlo antes de que cause daño».

Etiquetas de ADN

El equipo utilizó una innovadora herramienta genética para analizar la sangre del cordón umbilical de 38 bebés inscritos en el Estudio de Epigenética del Recién Nacido, un seguimiento de cohortes a largo plazo en Carolina del Norte. Su objetivo era detectar cambios en las etiquetas químicas del ADN —conocidas como grupos metilo— que regulan la activación o desactivación de ciertos genes. Cuando estas modificaciones afectan regiones clave del genoma, sus consecuencias pueden mantenerse a lo largo de toda la vida.

Los resultados se cruzaron con datos de salud recogidos entre los 7 y 12 años de edad de los participantes, como el índice de masa corporal, niveles de grasa hepática, enzimas hepáticas (ALT), triglicéridos, presión arterial e índice cintura-cadera.

Identificaron múltiples regiones de ADN alterado asociadas con disfunción metabólica más adelante en la infancia. Los cambios en un gen llamado TNS3 se relacionaron con la grasa hepática, la ALT y el índice cintura-cadera, mientras que las alteraciones en otros, incluyendo GNAS y CSMD1, se conectaron con la presión arterial, el índice cintura-cadera y la ALT.

Vía biológica

«Estas señales epigenéticas se establecen durante el desarrollo embrionario, posiblemente influenciadas por factores ambientales como la nutrición o la salud materna durante el embarazo», subraya la coautora Cynthia Moylan, profesora asociada de medicina, división de gastroenterología, del Sistema de Salud de la Universidad de Duke. «Si se valida en estudios más amplios, esto podría abrir la puerta a nuevas herramientas de detección e intervenciones tempranas para niños en riesgo».

Si bien el tamaño de la muestra fue pequeño, los investigadores destacan que los hallazgos son prometedores y justifican una mayor investigación. Se está llevando a cabo un estudio de seguimiento más amplio, financiado por el Instituto Nacional de Salud. Los hallazgos actuales no sugieren una relación causal directa entre los cambios genéticos y la enfermedad, pero sí destacan una posible vía biológica para futuras investigaciones.