Adiós al dolor de garganta: el sencillo truco que te aliviará usando sólo un ingrediente
El dolor de garganta es uno de esos males que todos hemos sufrido alguna vez. No es una dolencia grave, por suerte, pero sí lo suficientemente molesta como para alterar nuestro día a día: cuesta tragar, molesta al hablar, y muchas veces parece no aliviarse con nada. Sin embargo, lo que pocos saben es que existe un truco tan simple como eficaz para acabar con el dolor de garganta, que ha sido utilizado durante generaciones y que seguro tienes en tu cocina: la sal.
Este ingrediente tiene propiedades calmantes y antiinflamatorias que ayudan a aliviar esa sensación tan molesta en cuestión de minutos. Lo mejor de todo es sólo necesitas agua y un poco de sal. Puedes utilizar sal de mesa, ya que el cloruro de sodio es el principio activo que necesitamos. Sin embargo, si tienes sal marina sin refinar o sal del Himalaya, puedes obtener beneficios extra, ya que estas contienen minerales adicionales como magnesio, calcio y potasio, que también tienen efectos beneficiosos para la mucosa.
El truco casero para acabar con el dolor de garganta
Cuando hacemos gárgaras con agua salada, creamos un ambiente hostil para las bacterias y virus que pueden estar causando la irritación. Además, este simple enjuague ayuda a arrastrar residuos, limpia la mucosa inflamada y puede incluso ayudar a reducir la hinchazón que se produce en la zona de la faringe.
Muchos médicos recomiendan este método como complemento o incluso como primera línea de defensa antes de recurrir a medicamentos. Y lo mejor es que no tiene efectos secundarios ni interacciones con otros tratamientos. Es tan seguro que puede usarse en niños (si saben hacer gárgaras), adultos, personas mayores e incluso mujeres embarazadas.
Aunque puede parecer un remedio demasiado simple, lo cierto es que hacer gárgaras con agua salada tiene más ciencia de la que uno podría imaginar. No se trata sólo de mezclar agua y sal al azar. Para que realmente funcione, es importante hacerlo bien, siguiendo una serie de pasos:
- En primer lugar, utiliza agua templada. Debe estar caliente, pero sin llegar a quemar. El agua tibia ayuda a disolver la sal por completo y, además, calma mejor la zona inflamada que el agua fría. Esa temperatura agradable también facilita que el efecto relajante llegue a toda la garganta.
- En cuanto a la cantidad, basta con media cucharadita de sal disuelta en un vaso de agua, aproximadamente 250 ml. No es necesario usar más sal; al contrario, excederse podría irritar aún más la zona en lugar de aliviarla.
- Cuando hagas las gárgaras, intenta mantener el líquido en la garganta durante al menos 30 segundos, sin tragarlo. Inclina ligeramente la cabeza hacia atrás para que el agua llegue bien al fondo, justo donde suele estar la molestia.
- Este proceso puedes repetirlo de dos a cuatro veces al día, según lo necesites. No hace falta hacerlo constantemente. Y un detalle importante: no te enjuagues con agua normal después. Deja que la sal continúe actuando un rato para que sus beneficios se mantengan.
Usar sal como remedio casero para aliviar el dolor de garganta tiene múltiples ventajas que lo convierten en una opción práctica y accesible. En primer lugar, es un método natural, sin químicos ni aditivos, ideal para quienes buscan soluciones sencillas y seguras. Además, la sal posee propiedades antisépticas que ayudan a reducir la presencia de bacterias y virus, disminuyendo así la inflamación y el riesgo de infección.
Otro beneficio importante es su efecto calmante. Las gárgaras con agua salada alivian la irritación, hidratan la mucosa y contribuyen a reducir la sensación de ardor o picazón. También pueden prevenir que un malestar leve se convierta en una afección más seria, actuando como medida preventiva.
Falsos mitos
Como ocurre con muchos remedios caseros que han pasado de generación en generación, circulan varios mitos sobre este truco para acabar con el dolor de garganta que conviene aclarar.
Uno de los errores más comunes es pensar que cuanto más sal añadamos, más efectivo será el enjuague. Nada más lejos de la realidad. Usar demasiada sal puede ser contraproducente, ya que podría resecar la garganta o incluso irritarla más. Lo ideal es respetar la proporción recomendada.
Otro mito frecuente es creer que sólo sirve cuando hay dolor. En realidad, este método también resulta muy útil si notas las primeras molestias o si estás expuesto a factores que suelen irritarte la garganta, como el aire acondicionado o cambios bruscos de temperatura.
Algunas personas se preocupan por la posibilidad de tragar un poco de agua salada. Aunque lo ideal es escupirla, si accidentalmente tragas una pequeña cantidad, no hay motivo de alarma. Sólo hay que evitar hacerlo de forma repetida.
Y, finalmente, está la falsa creencia de que no tiene utilidad real. Lo cierto es que, aunque no reemplaza un tratamiento médico en casos graves, puede ser un gran aliado en molestias leves o como complemento terapéutico.
Lo último en Curiosidades
-
Está a una hora de Madrid y es el mejor sitio para ver las Perseidas: el pueblo perfecto para los amantes de la naturaleza
-
Esta es la forma correcta de lavar las uvas para deshacerte de gérmenes y bacterias
-
La forma correcta de lavar los melocotones para asegurarte de que no tienen restos de pesticidas o bacterias
-
Pensarás que estás en Hawái pero sin salir de España: he ido este verano y es la playa más bonita del mundo
-
Casi nadie lo sabe pero éste es el nombre de las bolas rojas que están en los cables de alta tensión
Últimas noticias
-
Descubrimiento colosal: la IA revela que los Manuscritos del Mar Muerto y la Biblia comparten autores
-
Todos los conciertos que no te puedes perder este agosto 2025 en Madrid
-
Palo del Gobierno a los pensionistas: la ‘jubilación reversible’ está a punto de llegar a España y no pinta bien
-
Fue una estrella de la TV y ahora vive en una cabaña: así vive ahora una de presentadoras más famosas de España
-
Está a una hora de Madrid y es el mejor sitio para ver las Perseidas: el pueblo perfecto para los amantes de la naturaleza