5 señales del estrés en niños
El estrés en los niños es similar a lo que ocurre con la ansiedad y el estrés en los adultos. ¿Cómo afrontar este tipo de situaciones? Toma nota de estos consejos.
Fact checked
Este artículo de OkSalud ha sido verificado para garantizar la mayor precisión y veracidad posible: se incluyen, en su mayoría, estudios médicos, enlaces a medios acreditados en la temática y se menciona a instituciones académicas de investigación. Todo el contenido de OkSalud está revisado pero, si consideras que es dudoso, inexacto u obsoleto, puedes contactarnos para poder realizar las posibles modificaciones pertinentes.
La vida de los niños, al igual que la de los adultos, puede estar sometida a presiones. En general los niños se adaptan con relativa facilidad. Cuando se trata de eventos que pueden interpretar como una amenaza a sus rutinas o su bienestar, la respuesta es el estrés infantil. En realidad, aprender a lidiar con el estrés forma parte de su aprendizaje, pero de acuerdo a su edad, naturaleza y entorno familiar, las situaciones nuevas pueden hacerles perder el equilibrio emocional. A continuación, vemos cinco señales del estrés en niños y adolescentes.
Síntomas de estrés en niños
Cuando está estresado, el pequeño afronta cambios de comportamiento o síntomas como los que describimos con situaciones nuevas, cambios en la familia, exigencias en la escuela o los nuevos problemas escolares como bullyng o acoso a través de las redes sociales.
- Cambios negativos de comportamiento: incluyen irritabilidad, mal humor, dejar de hacer actividades diarias que antes le proporcionaban placer, llanto, reacciones de miedo, cambios en los hábitos de sueño o alimentación. También dificultades para concentrarse, acumular cosas, no querer ir a la escuela, hábitos nerviosos como morderse las uñas.
- Malestar y enfermedad: pueden aparecer síntomas físicos como dolor de estómago o dolor de cabeza. Si pide con frecuencia ir a la enfermería de la escuela o si las quejas aumentan ante una situación difícil como un examen o prueba, puede ser un signo de estrés significativo. Otros síntomas físicos: enuresis, alteraciones del sueño y el apetito.
- Cómo expresan sus sentimientos: los niños no están familiarizados con el estrés, por lo tanto puede resultarles difícil expresar sus sentimientos. Normalmente describen sentimientos diferentes a los que tienen en realidad, como sentirse preocupado, confundido, molesto o enojado. También tienen apreciaciones negativas sobre ellos mismos: “No le gusto a nadie”, “soy estúpido” o “nada es divertido”. Es importante escuchar lo que dicen los niños y traducirlo para saber si están indicando una situación de estrés.
- Reacciones de estrés en niños pequeños: llanto, sudoración, impulso de huida, arrebatos agresivos o defensivos, movimientos nerviosos como tirarse del cabello, morderse la piel y las uñas, tirarse del cabello. Pueden tener accidentes en el baño. Otras reacciones: depresión, evitación, timidez excesiva, hipervigilancia, preocupación excesiva, congelarse en situaciones sociales, interés obsesivo en objetos, rutinas, comidas.
- Reacciones en adolescentes: cambios en los hábitos de sueño y alimentación, tensión, alteración del ritmo cardíaco y respiración, sudoración de las palmas de las manos, temblor de rodillas. Sensación de agobio ante exámenes o encuentros deportivos. Fatiga. Disminución de la autoestima, episodios de depresión, excesivas críticas contra sí mismo, negatividad, pesimismo, ataques de furia, entre otros.
Nuestras recomendaciones
- Se calcula que el 8% de los niños y el 20% de los adolescentes españoles padecen estrés.
- Evita la sobreestimulación, la sobreexcitación y la sobrecarga de tareas durante el día.
- Aprende a manejar tu propio estrés; los niños aprenden con el ejemplo.
¿Te ha resultado útil esta información sobre el estrés en niños? ¡Coméntalo!
Temas:
- estrés