Salud

Síntomas y tratamiento de la depresión en niños

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Los principales síntomas de la depresión en niños y cómo tratar
Blanca Espada

Aunque no lo parezca, los niños también se deprimen. No es solo tristeza. Existen casos que pueden llevar a que un niño se deprima por lo que los padres, así como profesores deben estar atentos. Conozcamos a continuación toda la información sobre los síntomas y tratamiento de la depresión en niños.

Síntomas y tratamiento de la depresión en niños

La depresión se ve a menudo como una enfermedad que afecta principalmente a los adultos, pero también hay casos en la infancia y / o la adolescencia.

La comunidad científica se debate sobre la incidencia real de este trastorno en las primeras etapas del desarrollo de la persona: hay quienes argumentan que hay una incidencia decididamente baja de trastorno depresivo en la infancia, y quienes en cambio ven una mayor frecuencia.

Esta segunda posición médica pone su razón de ser en el hecho de que la depresión infantil no puede evaluarse con los mismos parámetros que la de los adultos, ya que el trastorno depresivo en el niño o adolescente estaría disfrazado por aspectos atípicos, o síntomas distintos a la norma (lo que parte de la observación de la patología en el adulto).

De hecho, si en el imaginario común la persona deprimida es inactiva, apática e inmóvil, también puede ocurrir lo contrario en el niño, que en cambio expresa su malestar de otras formas. De hecho, para trazar una línea entre los trastornos bipolares y/o depresivos de los niños y los de la edad adulta, los médicos suelen hablar de trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo , que a menudo presenta descontrol conductual (hiperactividad no intencionada) e irritabilidad persistente a la edad en torno a los años (a menudo precedido por TDAH / TDAH, trastornos de ansiedad o trastorno de oposición desafiante)

Cómo se comporta el niño que tiene depresión

En clase o en casa, los niños que tienen depresión o como hemos mencionado, desregulación disruptiva del estado de ánimo, presentan alteraciones del estado de ánimo que, además de las ya descritas (irritabilidad y comportamientos extraños), también se pueden categorizar en los siguientes síntomas o comportamientos de la depresión en niños:

  • Tendencia al aislamiento
  • Actitud pasiva
  • Tristeza y melancolía
  • Autodesprecio
  • Apatía
  • Impulsividad
  • Cambios extraños en la expresión facial, la mímica, la postura y el tono de voz.

Algunos consejos prácticos

En primer lugar, es bueno tener en cuenta que una persona que sufre depresión tiende a sobreestimar los estímulos que vienen del exterior: esto muchas veces le lleva a tener reacciones impulsivas y de enfado, que deben evitarse o apaciguarse relacionándose con ellos en de una manera tranquila pero decidida.

Además, el niño deprimido tiene evidentes frustraciones tanto en su rendimiento académico como, en general, en su vida: por eso, a ellos, se les debe contrastar las constantes gratificaciones de quienes lo rodean.

También es bueno recordar que la mente de una persona deprimida tiende a tener proyecciones negativas y, a menudo, presagia el desarrollo de los eventos de una manera obsesivamente catastrófica : no puede imaginar epílogos color de rosa en el futuro. Por lo tanto, esta convicción no solo no debe alimentarse, sino también combatirse, quizás tranquilizando al niño en cuestión de que todo estará bien y que, aunque no fuera así, ninguna consecuencia es irreparable.

Redimensionar la visión negativa que la persona deprimida tiene de la realidad es tan importante como tener en cuenta que el cuadro clínico de la depresión no incluye déficits cognitivos, sino únicamente vulnerabilidad psicológica y obsesión. Un ejemplo, en este sentido, es la tendencia del niño deprimido a ver todo de forma dicotómica : en blanco o negro, es decir que Los matices de gris y los colores de la vida son desterrados de su cerebro, y así lo inducen a entrar en una espiral negativa autosostenida: cuanto más deprimido estás, más te acostumbras a vivir y pensar de forma depresiva .

Es necesario – obviamente en concierto con los médicos y psicólogos, quienes dan las principales directrices – romper este círculo vicioso y convertirlo en un círculo virtuoso , llevando a cabo una reestructuración del ciclo cognitivo-afectivo-cognitivo, algo que evidentemente debe hacer un profesional.

Cómo tratar la depresión en los niños

Si un niño o niña presenta alguno de los síntomas antes mencionados, o si notamos que el niño cambia de comportamiento y ya no es como suele ser siempre, ya sea que le veamos más triste o de repente, mucho más activo, será bueno consultar primero con el pediatra y que este evalúe si tal vez con  un profesional.

Por otro lado, pueden haber casos como por ejemplo que el niño sufra acoso o bullying o que haya ocurrido algo como una separación o la muerte de algún familiar en los que los padres querrán adelantarse y llevar al niño a un psicólogo antes de que sufra de depresión.

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