Buenas noticias del Imserso para estos jubilados: pueden ir a este balneario histórico de Guipúzcoa
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El programa de termalismo del Imserso sigue dando sorpresas agradables a quienes ya disfrutan de la jubilación. Y no estamos hablando de un simple viaje de descanso, sino de la posibilidad de acceder a un balneario con historia, de esos que se recuerdan con solo mencionarlos. La noticia es que los mayores podrán alojarse en el Balneario de Cestona, en Guipúzcoa, un lugar donde tradición y salud se dan la mano.
No es un sitio cualquiera. Este balneario, fundado en el siglo XVIII, fue durante mucho tiempo un centro de referencia para quienes buscaban mejorar su salud a través de aguas mineromedicinales. Hoy, totalmente renovado, mantiene ese encanto clásico pero con instalaciones adaptadas a los tiempos actuales. Los jubilados que consigan plaza no sólo tendrán tratamientos, también vivirán la experiencia de estar en un lugar con siglos de historia. El atractivo se multiplica porque está a pocos kilómetros de la costa vasca y a media hora de San Sebastián. Eso significa que el viaje no se limita a las termas: también se puede aprovechar para dar un paseo por Zarautz, visitar Zumaya o perderse por la Parte Vieja donostiarra. En definitiva, unos días que combinan descanso, salud y turismo, todo a precios reducidos gracias al Imserso.
Los jubilados del Imserso pueden ir a este balneario de Guipúzcoa
El edificio que acoge al Balneario de Cestona es, en sí mismo, parte de la experiencia. Tiene 127 habitaciones y varios salones que parecen sacados de otra época. El Gran Comedor, el Salón Árabe o el Salón de Caza hablan de un tiempo en el que acudir a un balneario era también un acto social. Incluso cuenta con un Salón Teatro con escenario y capacidad para 200 personas. Y quizá lo más llamativo sea el Gran Salón Social, con cristalería de los años veinte, que conserva ese aire de tertulia elegante.
Las aguas que lo hicieron famoso
Lo que ha dado fama a Cestona son sus aguas. Proceden de los manantiales de San Ignacio y Nuestra Señora de la Natividad y llevan décadas siendo recomendadas por médicos. El Imserso ofrece en este balneario y dentro de su programa dos tratamientos específicos: reumatológicos y respiratorios. En la práctica, esto significa que un jubilado puede acudir buscando alivio para dolores articulares o cuestiones respiratorias, y recibir cuidados adaptados a cada caso.
Muchos visitantes, de hecho, acuden por recomendación médica, ya que estos programas ayudan a mejorar la movilidad, relajar tensiones y ganar calidad de vida. El ambiente tranquilo, unido al uso de aguas termales, permite que los tratamientos sean más efectivos que en otros entornos. Y no hay que olvidar el componente emocional: compartir unos días con personas en la misma situación refuerza el ánimo y convierte la experiencia en algo más social que individual.
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Comer bien también cuenta
La experiencia se completa en la mesa. El restaurante del balneario apuesta por lo que mejor sabe hacer la cocina vasca: productos de calidad y recetas de siempre. Para muchos visitantes, cada comida se convierte en un momento especial. No es sólo alimentarse, puedes descubrir una de las mejores gastronomías de España con platos que reflejan la tradición culinaria del País Vasco.
El entorno: naturaleza y escapadas cercanas
Cestona está en el valle del río Urola, un lugar que invita a relajarse y disfrutar. El entorno es verde, tranquilo, perfecto para quienes buscan desconectar. Y si se quiere algo más, basta con acercarse a la costa: Zarautz y Zumaya están a pocos minutos, y San Sebastián queda a media hora en coche. Eso permite combinar las mañanas de tratamientos con excursiones por la tarde, algo que muchos mayores valoran al viajar.
Precios y condiciones del Imserso
Las estancias en este balneario, dentro del programa de termalismo, se ofrecen entre febrero y diciembre. Los precios varían según el mes, pero oscilan entre los 427 y 452 euros por persona. En ese importe se incluye el alojamiento, la pensión completa y el acceso a los tratamientos termales correspondientes.
Eso sí, conviene recordar que no basta con querer ir: las plazas son limitadas y es el Imserso quien confirma las solicitudes. Lo habitual es que los interesados presenten la petición en los plazos establecidos y, una vez aprobada, reciban la notificación con el destino asignado. Sólo entonces pueden organizar el viaje con la tranquilidad de saber que cuentan con plaza asegurada. Este paso es clave, porque evita confusiones y garantiza que los beneficiarios disfruten de todas las ventajas del programa.
En resumen, hablamos de una oportunidad muy interesante para quienes quieran cuidar la salud y, al mismo tiempo, disfrutar de unos días en un lugar único. Porque un balneario histórico como el de Cestona no es sólo un centro termal: es también un pedazo de la historia de Guipúzcoa abierto ahora a los jubilados.
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