La sobreprotección de Pedro Sánchez sobre el Rey

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Después de observar en los últimos meses que la figura del presidente del Gobierno aparece con mucha frecuencia junto al Rey Felipe en actos institucionales de relevancia, surge por parte de algunos observadores la sospecha de que se esté buscando por parte de Pedro Sánchez dar la impresión de que él pretende dar protección al Jefe del Estado y no dejarle solo. Es como si buscara ejercer una especie de tutelaje a quien es la primera autoridad del Estado, lo que podría poner en duda la capacidad del monarca para ejercer su papel representativo en solitario.

Una prueba de ello se pone de manifiesto en las visitas de don Felipe a Barcelona que en las últimas ocasiones siempre ha estado acompañado por el Presidente del

Ejecutivo. No se puede eludir que ha habido gestos desairados por parte de las autoridades políticas catalanas y de la alcaldesa de la capital de Cataluña que se retiraron de la línea de saludo para no dar la mano al Rey a su llegada a un acto oficial y optaron por no hablar con él para mostrar su intenso rechazo a la monarquía, después del crucial discurso del monarca del 3 de octubre de 2017.

Otra muestra de la frecuente presencia de Pedro Sánchez junto al Rey –en un segundo término, claro está- ha sido la visita de don Felipe y doña Letizia a la isla de La Palma tras la erupción del volcán de La Palma. El presidente volvió deprisa y corriendo de Nueva York para acompañar a la pareja real en su recorrido por las zonas arrasadas por la masa de lava incandescente, sin completar su programa de contactos previstos en la capital neoyorquina, después de permanecer él antes varios días de la semana en la zona afectada por el volcán.

Es cierto que, según la Constitución, cualquier acto del Rey tiene que ser refrendado por el presidente del Gobierno o un ministro de su gabinete, pero en este caso daba la impresión de que Pedro Sánchez quisiera guardar las espaldas del Jefe del Estado y protegerle de algún riesgo desconocido. Una situación que no era frecuente en anteriores épocas, cuando el Rey era don Juan Carlos, quien no coincidía habitualmente con los sucesivos presidentes del Gobierno salvo en los grandes actos estatales. No parece muy coherente esa especie de tutelaje sobre Felipe VI, que no viene a cuento de nada, y que pone en duda la capacidad del actual Rey de asumir la plena tarea representativa que la Carta Magna asigna al Jefe del Estado.

La visita compartida del Rey y el presidente del Gobierno al Salón del Automóvil de Barcelona es otra muestra más de la presencia conjunta de las dos máximas autoridades y el mes que viene, don Felipe retomará su actividad en la capital catalana para entregar los despachos a los nuevos jueces, un acto al que el Gobierno actual le impidió asistir el año pasado, a pesar de haber sido invitado. Veremos si también Pedro Sánchez se apunta a estar junto al Monarca en ese evento al que don Felipe fue vetado hace un año.

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