Silencio cómplice del socialcomunismo «feminazi» tras los insultos machistas a Ayuso
Si alguien del PP o de Vox se hubiera dirigido a una diputada de la extrema izquierda de la Asamblea de Madrid en los términos en los que se dirigió a la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, el portavoz de Más Madrid, Pablo Gómez Perpinyá, a estas horas se sucederían las manifestaciones feministas y en el Ministerio de Igualdad luciría una pancarta con el rostro del cafre derechista colgado de una soga. Pero como quien dijo (refiriéndose a Ayuso) que «no se puede pretender que un Rottweiler se ponga un bozal» fue un parlamentario de esa extrema izquierda que presume de defender los derechos de la mujer, el despreciable insulto machista no merecerá el reproche del socialcomunismo ni de sus terminales mediáticas.