Sánchez piensa que Trump es idiota

Pedro Sánchez ha cuadrado el círculo al inventarse un nuevo organismo, el Centro Nacional de Ciberseguridad, dependiente -claro está- de La Moncloa y que tendrá las mismas funciones, según el Ministerio de Defensa, que el Centro Criptológico Nacional que depende del CNI. La pregunta es de las que saltan encima de la mesa. ¿Para qué crear un organismo con funciones que ya realiza otro organismo? ¿Por qué clonar una institución? Pues muy sencillo, para acumular más poder y llevar su control de las instituciones del Estado un paso más allá. Y, de paso, además de puentear al CNI, la réplica del organismo le permite computar como gasto en defensa el coste que ahora afronta el Centro Criptológico Nacional para así poder engañar a la OTAN. Es, en suma, un fraude contable. Para entendernos: Sánchez pretende computar el gasto por ciberseguridad como gasto OTAN, de modo que crea un organismo duplicado bajo su control absoluto para vender a la Alianza Atlántica que España está haciendo esfuerzos ímprobos por acercarse al umbral del 5% del PIB.
Por otro parte, la creación del nuevo organismo permite al Gobierno reforzar el mantra de que España es un referente en ciberseguridad, algo altamente cuestionable, pues empresas como Google ya han advertido de todo lo contrario. Pero más allá de eso, lo más cuestionable es que Pedro Sánchez coleccione organismos como si el Estado fuera su coto privado. Inventarse un nuevo centro de ciberseguridad idéntico al que ya viene operando para hacer trampas contables y engañar a la OTAN revela hasta qué punto como la voluntad del presidente del Gobierno es la de extender su poder a unas cotas nunca vistas. Ahora resulta que España tendrá un Centro Criptográfico Nacional y Pedro Sánchez su particular Centro Nacional de Ciberseguridad. Dos organismos iguales no por el precio de uno, sino por el precio de dos para que la OTAN lo compute como gasto en defensa..