Sánchez Derribos y Excavaciones SL

Hay que reconocer que a Pedro Sánchez se le da bien su empresa. Aunque la parte de las excavaciones, limitadas por el momento al Valle de los Caídos, sólo son una distracción para lo que de verdad le gusta: los derribos y las demoliciones.
Empezó, vía moción de censura, con el propio Rajoy. Alcanzado el Gobierno, Demolition Man se vino arriba y así, nada más cambiar el colchón de la Moncloa, comenzó su labor de acoso y derribo de instituciones que pudieran ponerse en su camino.
Como hay que ser agradecidos con quienes le ayudaron en aquella moción, metió mano en la abogacía del Estado, quien debió retorcer sus argumentos en el procés para considerar sediciosos a quienes antes eran rebeldes, esos que ahora dialogan por la concordia y mañana serán hombreteguis de paz. Esto Edmundo, cuando no maquina mociones, lo explica muy bien.
Luego llego a la Fiscalía General del Estado, ¿saben de quién depende?, pues eso. A buen entendedor pocas palabras bastan. Lola se encarga. En derribos Sánchez saben que la mejor forma de cargarse una institución es minar su reputación y eso hicieron en la Fiscalía con esa pregunta y con aquel nombramiento.
También lo intentaron con la Guardia Civil a la que quisieron poner a perseguir desafectos al régimen. ¿Y qué se creyó aquel coronel que no quiso dar chivatazos ilegales al Ministro? No tardó en llegar el motorista, o ahora rider, con el cese.
Y no han parado con el Consejo General del Poder judicial y con cualquier juez que ponga un pero al Gobierno en alguna sentencia. Pobrecillo la que le caerá. El acoso mediático es inmediato, y no solo por los periodistas adscritos; hasta los ministros, o ministras mejor dicho, se ponen a señalar. Y ahora le llega la hora al Tribunal de Cuentas, otra piedra a quitar del camino.
También en RTVE. Cualquier aprendiz de dictador sabe que sin una tele propagandista no se come un colín. Así que puso ilegalmente a Rosa María Mateo a controlar profesionales y contenidos. Debió de ser fácil, conociendo al gremio. Y a quien gusta la propaganda, también le suele gustar la censura. Por eso tocó demoler, cesando a sus responsables, el Consejo de Transparencia; por preguntones.
Y su dedo mágico de desprestigiador alcanzó a la CEOE, con Garamendi de estrella invitada. Y no critico al vasco por error político o de comunicación, sino por lo que subyace en su argumento. ‘Si algo (aunque esté mal) da buen resultado, bienvenido sea’. Viva la ética consecuencialista. Empezó González con su ‘gato blanco gato negro lo importante es que cace ratones” y esa es la (in)moral que el PSOE ha extendido por la política española hasta llegar a Neguri.
Y por demoler, hasta el propio PSOE. Un partido desideologizado, sin otro proyecto que su líder, aplaudido por cargos paniaguados, amortice su nuevo colchón. Queda algún respondón ocasional, pero solo de boquilla, que no está la cosa para tirar cohetes.
Y no solo son instituciones, también ha comenzado la demolición del sistema educativo. Como ahora el esfuerzo parece que es de derechas, han dado barra libre de suspensos para promocionar. Y demolamos la lengua española, a la que todos los días le llueven patadas y ‘patades’ y que ya se habla menos que el latín en los colegios de algunas zonas de España.
Y hasta han derribado la política exterior, cuyos mayores logros han sido abrir una embajada en Libia, recoger las maletas de Delcy Rodríguez a las dos de la mañana y dejar entrar ilegalmente al líder de polisario. Y con todo eso hay quien no ve un éxito que Biden se dejase acompañar 29 segundos con Sánchez. Mucho me pareció a mí.
Así todo. Es imposible describir en un artículo como la factoría Sánchez está arrasando con las instituciones y los elementos comunes de una nación, pero si es posible resumir la causa, común denominador de todos los acosos y derribos: sus pagos periódicos a comunistas e independentistas para mantenerse en el poder.
Aún hay quien no lo ve, y no sabemos si existe algún limite en su afán demoledor. ¿Quizá respete a la Corona?, ¿o también irá a por ella?… ya veremos. Mientras tanto, disfruten de lo votado.