El Rey viaja a Kazajistán para promover las energías renovables
No deja de ser contradictorio que el Gobierno español tire la casa por la ventana para promocionar su papel de líder en el uso de energías alternativas. El Pabellón de España en la Exposición Internacional de Astaná ha costado 4 millones de euros. Fue el propio ejecutivo el que cortó las subvenciones a las energías limpias en enero de 2012. Pero bien está, al menos, que ahora se aproveche el prestigio de las empresas españolas punteras en la tecnología de las renovables para vender los componentes de los molinos de energía eólica o las placas solares. El Rey Felipe, que sigue el camino iniciado por su padre de apoyar a las empresas españolas en sus planes de expansión internacional, ha accedido a viajar al inmenso y lejano país situado entre Europa y Asía —el noveno más grande del mundo— para apoyar a los hombres de negocio españoles.
El monarca viaja a Astaná invitado por el todopoderoso presidente kazajo, Nursultán Nazarbáyev, cuya aspiración política es convertir en nación muy influyente a Kazajistán, algo no difícil de conseguir dada la riqueza inmensa que le proporcionan las reservas de gas y petróleo existentes en el subsuelo del territorio kazajo. Como dato curioso, Nazarbáyev se inspiró en la Expo de Zaragoza sobre el agua para pensar que sería bueno para su país organizar una Exposición Universal pero basada en la riqueza energética que posee el país. De ahí el lema ‘Energía para el futuro’ de la muestra —participan 112 Estados y 18 organizaciones internacionales— que persigue un doble objetivo: defender una transformación del modelo energético actual por uno más sostenible y eficiente y atraer inversiones y tecnología punta extranjera.
El gobierno español ha comprendido por todo ello que su participación en la Expo de Astaná es idónea ya que se trata de aprovechar un escaparate desde el cual se puede mostrar el papel pionero de España en el desarrollo de las energías renovables y en la implantación de los sistemas de captación de las energías limpias más relevantes como la eólica, fotovoltaica y termosolar. Y por eso también el Rey Felipe no ha dudado un momento en aceptar el papel de representante máximo de la delegación española que asistirá a la inauguración de la Expo de Astaná este viernes y a la del pabellón español este sábado.
El monarca va a recorrer dentro de la instalación tres casas, en cada una de las cuales se muestra una pieza audiovisual cuyas imágenes transmiten la necesidad de cambiar a un modelo energético sin carbón, ejemplos concretos de soluciones energéticas renovables novedosas implantadas en España, y un panorama amplio de equipamientos destinados a producir energía limpia que están ya en uso en nuestro país. Este viaje, en el que acompaña al Rey el ministro de Asuntos Exteriores, servirá para tomar contacto con diversos líderes asiáticos, entre ellos el presidente chino Xi Jinping.