Los remilgos del PP con los negocios de Begoña
El portavoz de Vox, José Antonio Fuster, ha anunciado en rueda de prensa que su partido va a pedir que tanto el Congreso como el Senado citen a Begoña Gómez en su calidad de esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para que explique las informaciones publicadas recientemente que la relacionan tanto con varios contratos públicos celebrados durante la pandemia y relacionados con la trama de las mascarillas del PSOE y Koldo, como con los millonarios fondos recibidos por su socio, el empresario Carlos Barrabés, quien a su vez organiza y financia el máster y la cátedra de la mujer de Sánchez en la Universidad Complutense de Madrid. Para la formación de Santiago Abascal «no tiene ninguna justificación que la mujer de Sánchez mediase en contratos millonarios, podría tratarse de un presunto tráfico de influencias» por lo que es necesario que se den las oportunas explicaciones.
Por su parte, el Partido Popular, ganador de las últimas elecciones, con mayoría absoluta en el Senado y líder de la oposición, acaba de presentar la lista de comparecientes en la Comisión de investigación impulsada en el Senado a fin de depurar responsabilidades por la presunta trama de corrupción socialista del caso Koldo, que incluye a 58 comparecientes, entre los que no figuran el jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, ni su mujer, Begoña Gómez. Hace unos días el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ya adelantó en una entrevista en Antena 3, que «a mí no me gusta llamar a la mujer del presidente, no se lo oculto, no me gusta; no es mi forma de hacer política, no es mi estilo».
Y todo ello apenas unos días después de que el mismo Pedro Sánchez y su ministra María Jesús Montero se lanzaran como hienas a dar pábulo a un bulo aparecido en Infolibre, para atacar con él a Feijóo durante la sesión de control al Gobierno, difundiendo una información ya desmentida por ser falsa, en la que se afirmaba que la famosa empresa de porcelana Sargadelos, en la que trabajaba Eva Cárdenas, esposa de Feijóo, había recibido una ayuda de 114.000 euros de la Xunta de Galicia mientras el líder de la oposición era presidente del Gobierno gallego, demostrando claramente que el estilo de Pedro Sánchez y el PSOE sí es lanzarse a morder a la mínima oportunidad.
El mismo estilo carroñero con el que la misma María Jesús Montero y el socialista fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, se pusieron de acuerdo para, presuntamente, filtrar a la prensa datos confidenciales que afectan a un procedimiento judicial por un supuesto fraude fiscal relativo al novio de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, a pesar de que la investigación se centra en los años 2020 y 2021 en los que aún no había comenzado su relación.
Resultan difíciles de comprender tantos remilgos teniendo en cuenta tanto el comportamiento radicalmente contrario del PSOE cada vez que tiene la más mínima oportunidad de explotar a su favor cualquier caso que tenga relación con la pareja de algún líder del PP; como la gravedad de las informaciones que se están publicando y la falta de explicaciones tanto por parte del presidente del Gobierno, como de su esposa y el mismo Partido Socialista.
El general, estratega militar y filósofo chino Sun Tzu, en su obra El arte de la guerra, escrita en el siglo V antes de Cristo, dejó escrito que «el supremo arte de la guerra es doblegar al enemigo sin luchar», pero también que «triunfan aquellos que saben cuándo luchar». Pedro Sánchez ha demostrado sobradamente que, para aferrarse al poder, no tiene ni escrúpulos ni vergüenza. Además de que no se los merece, no se deben tener remilgos contra Sánchez porque, por puro egoísmo y ambición, está poniendo en peligro nuestra democracia y la unidad de España.
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