¿Se puede ser más miserable?

¿Se puede ser más miserable?

Aunque este Gobierno nos ha acostumbrado a vivir entre el asombro y el pasmo, hay ocasiones en las que cuesta creer que las medidas del Ejecutivo son como son. Esta es una de ellas: el Gobierno que presume de no dejar a nadie en la estacada, el que acuñó el concepto de «escudo social», el solidario, el protector de los desfavorecidos, ha dotado una ampliación extraordinaria para 2022 del bono térmico social con el fin de anular el encarecimiento del gas y la emergencia energética que van a sufrir 1,27 millones de hogares vulnerables. ¿Se acuerdan de la brecha energética? ¿Esa que aireó la izquierda cuando durante el Gobierno del PP el precio de la luz subió un 30% en cuatro años? Pues bien, ahora que el precio de la luz se ha multiplicado por 4 en un año, Sánchez ha habilitado una partida de 48 millones de euros para agua caliente y calefacción de los domicilios más desfavorecidos ante la inminente llegada del frío.

El gesto de generosidad del Ejecutivo socialista no tiene precedentes y demuestra a las claras la capacidad de la izquierda para ponerse en el pellejo de los menos favorecidos. Conmueve la solidaridad social que derrocha este Gobierno comprometido hasta el límite con quienes disponen de menos recursos. Una estremecedora exhibición de compromiso con los pobres. Y es que Sánchez entregará 37,39 euros anuales a cada hogar vulnerable con 3 o más personas. O sea, diez céntimos al día para contribuir a defenderse de los rigores del invierno. Poco más de tres euros al mes.

El documento de Presupuestos para 2022 saca pecho: «Además, se incrementan en 48 millones las dotaciones para el Bono Social Térmico, hasta alcanzar los 157 millones de euros. Se trata de un aumento del 43,77% interanual y tendrá 1,27 millones de hogares beneficiarios». Un 43,77% más para alcanzar los diez céntimos diarios, tres euros al mes, 37,39 euros al año.

Ni la mismísima Madre Teresa derrochó tanta humanidad como la desplegada por este santo en vida que pasará a la historia de España por su compromiso con los más débiles. Pedro Sánchez nos ha dado un ejemplo de entrega que no olvidaremos nunca y que le encumbra a los altares. El Bono Social Térmico fue creado por el actual Ejecutivo socialcomunista para  la protección de los consumidores con el fin de complementar la ayuda percibida en concepto de Bono Social Eléctrico por los consumidores vulnerables, para la energía destinada a calefacción, agua caliente sanitaria o cocina, independientemente de cual sea la fuente utilizada.

¿Qué sería de 1,27 millones de ciudadanos si no fuera por el Bono Térmico de Sánchez? Ironías aparte, esta historia se resume en una sola palabra: miserable.

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