Palma necesita una verdadera revolución en movilidad

Palma movilidad
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En Palma tenemos una población de 500.000 habitantes permanentes. A este dato se le añade toda el área de influencia de Marratxí, Calvià o Llucmajor, como si de un área metropolitana se tratara. Y es que no es un dato menor saber que Palma es la octava ciudad con más habitantes de España.

Así las cosas, parece obvio que mantener las mismas infraestructuras de los años 80, cuando contábamos con apenas 260.000 habitantes, es absurdo. Y esto es lo que viene pretendiendo el Pacte de Progrés. En lugar de pensar en facilitar la movilidad de los ciudadanos, lo que pretenden es meternos con calzador en infraestructuras y medios pensados en el pasado, nunca para atender esta realidad que vivimos. Y al final pasa lo que pasa. Querer hacer oídos sordos a estas necesidades por decisiones ideológicas que no permiten acabar el necesario segundo cinturón nos aboca a unos atascos interminables o la absurda decisión de la limitación a 80k/h en la Vía de Cintura, paradigma de decisión arbitraria.

Palma ha tenido esta legislatura uno de los transportes públicos más caros e ineficientes de España, donde se han suprimido paradas y líneas en detrimento del servicio público de la EMT, con autobuses llenos que pasan la parada porque no pueden subir a más gente.

Tenemos un servicio de taxi que pasa por unos momentos que, por decirlo de forma suave, no son precisamente los mejores.

Con las motos pretendieron impedir su entrada en zonas ACIRE, con gran contestación social. Con la peatonalización están yendo de desastre en desastre en Bonaire, o el que denuncian los comerciantes de la Plaça del Mercat, que se están arruinando por las restricciones de movilidad que padecen, sin olvidar Nuredduna o la Plaza de las Columnas.

Pretenden cerrar al tráfico el centro histórico de Palma, sin dar alternativas reales y eficaces para que la gente pueda llegar al centro por otros medios. No es comprensible que teniendo la empresa pública de aparcamientos SMAP superávit, no se haya construido ni un solo aparcamiento público en la ciudad. Increíble.

Y es que sin tomar decisiones de crecimiento sostenible, de desarrollo de la ciudad, ésta se va quedando cada vez más anclada en el pasado, haciendo más difícil el día a día de los ciudadanos que aquí vivimos. Y que no les engañen: no se trata de un tema de “saturación turística” ni nada por el estilo. Esto lo vivimos los residentes durante todo el año.

Es obvio que Palma necesita urgentemente una red de aparcamientos subterráneos, disuasorios, que permitan llegar con tu vehículo a la ciudad sin problemas. Se necesita invertir en un transporte público amable con el ciudadano, con una flota renovada y también electrificada. Se necesita de una verdadera revolución en movilidad a la que el Pacte se niega en rotundo pues lo que nos hace falta es un plan de movilidad que dé soluciones, en lugar de generar problemas, que es lo que parece querer el Pacte al priorizar sobre todas las cosas -y sin pensar en las consecuencias- el cambio climático y el tema medioambiental sobre absolutamente todo lo demás.

En el PP de Palma pensamos en el medio ambiente, pensamos en nuestros hijos, pensamos en el futuro. Pero a diferencia del Pacte, nosotros lo hacemos desde el punto de vista del crecimiento sostenible. Y eso es así porque buscamos lo mejor para Palma. Apostemos por ello.

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