No te montes películas, Marlaska: ETA nunca pidió perdón

No te montes películas, Marlaska: ETA nunca pidió perdón

La presencia del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, en Nueva York para defender ante la ONU la política de acercamientos de presos etarras del Gobierno de Pedro Sánchez y el modelo de protección de las víctimas del terrorismo ha venido acompañada de su asistencia a la exhibición de la película Maixabel, que relata la historia de la viuda del asesinado por ETA Juan María Jáuregui, la primera en sentarse cara a cara con el asesino de su marido y en hacer las paces con él después de comprobar su arrepentimiento.  Un relato con el que el Gobierno busca dulcificar los casi 203 terroristas acercados de terroristas que han soliviantado al colectivo de víctimas. Y es que lo que parece olvidar Marlaska es que la banda terrorista nunca pidió perdón y que lo que relata la película es, precisamente, que ETA se mostró implacable con aquellos presos de la banda armada, muy pocos, que sí mostraron arrepentimiento.

Que Marlaska apoye con su presencia esa película no tendría mayor inconveniente si el ministro hubiera hecho lo propio con otras películas que reflejaron con toda crudeza la vileza asesina de ETA y la indefensión vivida por las víctimas del terrorismo, pero, claro está, el relato proetarra del perdón (que nunca, insistimos, existió) es demasiado goloso para un ministro -quién lo ha visto y quién lo ve)- que tiene que hacer méritos y contentar a Bildu, los socios del Gobierno de Sánchez.

La película sirve de cobertura a Marlaska para alentar su plan de acercamiento de presos y vender la falsa idea del perdón de los herederos políticos de ETA, esos a los que el ministro tiene que contentar para que Sánchez pueda seguir en La Moncloa. Porque lo cierto es que ni ETA ni Bildu han mostrado jamás el más mínimo gesto de arrepentimiento. No se monte películas, ministro

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