El plan de jubilación de Sánchez

Pedro Sánchez jubilación

Cuentan en Andalucía personas de sobrada reputación profesional y reconocimiento en la judicatura que el plan de jubilación de Sánchez ya está en marcha. Su destino va a ser exótico… Probablemente, cuando se le acabe la inmunidad parlamentaria, tendrá que renunciar al sueldo vitalicio como ex presidente, al Falcon, a la escolta y a los palacios que disfruta. En fin, todo ello será cuando comience su nueva etapa profesional en ¡el reino de Marruecos!, de la mano de su admirado y amado Mohamed VI, ese rey que pasa la mayor parte del tiempo entre París y el Gabón practicando artes marciales.

Al parecer, en uno de los últimos encuentros secretos que ha mantenido con el monarca alauí, ha cerrado un contrato -de palabra- para seguir favoreciendo el régimen de la nación vecina en detrimento del pueblo español. Ni más ni menos. Sánchez ha conseguido la exclusiva para la construcción y explotación de cinco plantas desaladoras para potabilizar las aguas procedentes del mar Mediterráneo, del Estrecho de Gibraltar y de la costa atlántica marroquí, las mismas aguas y costas desde donde se distribuyen toneladas de hachís a la vieja Europa pasando por España, aguas que cruzan las embarcaciones de cuatro motores del narco y por las que entran en Europa los delincuentes indultados por gracia real.

Los esclavos subsaharianos los meten en Europa vía Marruecos las mafias internacionales de la emigración. Así de fácil es como se libera del drama humano el alauí. Y Marlaska, mientras tanto, jugando al monopoli, comprando fincas por la sierra de Madrid y dejando sin protección a Ceuta y Melilla.

Ya van tres presidentes españoles del PSOE afinando su amistad con Mohamed VI. González construyó un casoplón de 2,5 millones en primera línea de playa en Jbila, cerca de Tánger, para montar su colección de piedras preciosas; Zapatero -cuentan- ocultó los auténticos, los más hirientes resultados del 11M en un palacio de Asilah, y Sánchez le regaló el Sáhara a Mohamed con tal de que no revelara lo que dice de él aquel espionaje de Pegasus, y también de Robles, Planas, Marlaska y veremos si también de la muy imprudente bróker Begoña. Entregó el Sahara a cambio de puro silencio y concesiones geopolíticas que amenazan la integridad del territorio español. ¡Lo que no habrá entre tanto sucio recato! Pronto se sabrá, por eso le tiemblan las piernas al psicópata.

Nadie olvide que desde hace años la Guardia Civil viene avisando al ministro Marlaska, que no presta atención a sus innumerables informes, acerca de los variados rumbos que usan los narcos marroquíes, que facilitan el auge y el paso de los cárteles de la droga blanca, la cual traen del otro lado del charco por la ruta de Guinea Conakry y otras repúblicas bananeras. Da la impresión de que al tal Marlaska le interesara quitarle mérito al buen hacer de la Guardia Civil, un cuerpo armado al que siempre, sin duda ninguna, despreció. Para mandar a la Guardia Civil hay que tenerlos bien puestos.

Lo que Sánchez ve como un triunfo en las últimas elecciones de las vascongadas es otro fracaso. PNV y Bildu ya quieren que el PSOE reconozca la nación vasca antes de 2028. El psicópata no tiene arreglo. Ahora anda jugando al escondite con su ego ridículo: que si me voy, que si me quedo. Váyase de una vez por todas y no vuelva nunca.

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