Mil razones para acompañar a Martínez Llabrés
Soy un profesional liberal, me gano la vida como abogado y gestor
administrativo. Como autónomo, nadie debe contarme cómo, cada mes, comienzo mi cuenta de resultados donde acaban las facturas por pagar, siempre con la soga al cuello… por la asfixiante presión fiscal que padezco como administrado, y la incontinencia legislativa que dificulta mi labor como operador jurídico y profesional del Derecho.
Para completar mi perfil, soy padre de familia numerosa en una ciudad en la que hay más perros y gatos, que niños… Probablemente, soy aquello que los anglosajones llaman un outsider.
La verdad es que hoy, con mi perfil, meterse en política, no es una posición cómoda, ni fácil. Nací en Palma, trabajo en Ciutat, me casé y mis hijos son palmesanos, y aquí tengo la inmensa suerte de poder vivir. Creo que Palma es uno de los mejores sitios del mundo, y que la ciudad tiene unas extraordinarias cualidades para ser un referente, amén de un extraordinario lugar donde vivir, crear, procrear, divertirse y ganarse uno la vida.
Tan es así, que en marzo de 2015 un semanario británico del Times declaró que Palma era el mejor lugar del mundo para vivir. Tras estos ocho años de socialistas, nacionalistas y podemitas gobernando, ése lugar ha desaparecido. Hoy Palma ya no es una ciudad amable, ni transitable, ni limpia, ni siquiera segura y, mucho menos, asequible.
Una de las razones que me llevan a enrolarme en este proyecto es la pregunta de ¿en qué ciudad quiero que crezcan mis hijos? ¿Qué futuro les espera?
He decidido tomar partido, porque creo sinceramente que ahora hay que hacerlo. Palma no puede continuar así. No podemos ser la tercera ciudad más insegura de España, la quinta más sucia del país y en la que más caro y difícil es acceder a una vivienda. ¿Sabían que Palma tiene tres metros cuadrados de zona verde por habitante, mientras León o Vitoria, o Madrid tienen una media de cuarenta?
El candidato del Partido Popular a la alcaldía de Palma, Jaime Martínez Llabrés, es un extraordinario profesional, una persona cualificada y que tiene una idea de Palma para el futuro: coincidimos en que debe volver a ser la mejor ciudad del mundo para vivir, y creo sinceramente que Jaime tiene muchas cualidades para lograrlo. Sin duda no será un camino fácil, ni exento de dificultades, pero nada que merezca la pena está exento de ellas.
Palma lleva ocho años sentada al borde del camino de su historia, sin rumbo, perdiendo un tiempo y unos recursos que ni tiene ni puede dejar pasar. Es hora de poner el contador a cero y trabajar para recuperar el esplendor de la mejor perla del Mediterráneo; aunamos un proyecto que lo tiene todo, que no renuncia a nada, y que, al tiempo, es realista.
Y sabemos lo que es urgente, y aquello que, además, es importante. Por eso nuestro programa se ha desbrozado con el eslogan Estrategia Palma 2035. Tenemos un proyecto para la ciudad a corto, medio y largo plazo para transformarla y poner la decisión y las oportunidades al mando.
Menos impuestos, más libertad. Orden y limpieza, rigor en la gestión, y colocar a Palma en lo más alto, que como me dijo Jaime: «Quiero que Palma vuelva a ser la mejor ciudad del mundo para vivir». Quiero que esto sea una máxima para un cambio de 180 grados para la ciudad, de la mediocridad a la excelencia, porque la misión, la ciudad y nuestros hijos bien merecen el esfuerzo. Decía Adolfo Suárez: «La vida siempre te da dos opciones: la cómoda y la difícil. Cuando dudes, elige siempre la difícil, porque así siempre estarás seguro de que no ha sido la comodidad la que ha elegido por tí». Pues eso, ni cómodo ni fácil, pero nos sobra determinación, ilusión y empeño en hacerlo.