Luz, gasolina, tomates, pan y huevos

Luz, gasolina, tomates, pan y huevos

Dejémonos de alarmismos y vayamos a las frías cifras. Los españoles no viven de palabrejas hueras, promesas altisonantes o desvaríos varios. Las familias españolas tienen su nevera que llenar de alimentos de primera necesidad, un automóvil que no anda con los rayos del sol, unas necesidades en el vestir, etc… Vivir cuesta dinero, oiga.

Pues bien, tres organismos distintos (Statista, el Banco de España y Adecco Group) han emitido sus informes casi al mismo tiempo con un resultado bastante similar. Este. España sufrió en el 2020 -con extensión hasta el presente año- la mayor pérdida de poder adquisitivo de los últimos 45 años. Es decir, desde la restauración democrática.

Se ponga el señor Sánchez como le venga en gana. Según ambos observatorios, el salario medio anual fue de 26.537 euros y este descenso sitúa dicha cifra a la misma altura que en el 2005 cuando gobernaba José Luis Rodríguez Zapatero, el amigo de Maduro. La principal causa, según las fuentes señaladas, no es producto exclusivo de la pandemia.

En resumen, que se vive peor en España que hace tres años y, desgraciadamente, iremos a peor según pronostica el FMI, que siempre viene a echar agua en el vino caliente que los Gobiernos de turno quieren que nos inyectemos en vena.

La luz sigue disparada; la gasolina ni te cuento. El resto de los productos de primera necesidad están disparados -incluso el pan, que ya es decir- porque los costes de producción debido a la carestía de la energía tienen su impacto, algo que parecen desconocer los premios nobel que adornan la mesa del Consejo de Ministros.

La inflación se lo come todo, incluso la subida de los sueldos de ministros y altos cargos que han tenido la oportunidad de demostrar un poco de sensibilidad hacia los más desfavorecidos renunciando a una subida que no necesitan.

Resumiendo, Sánchez, más pan y menos palabras.

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