Es lo que pasa por mercadear con los sentimientos

Es lo que pasa por mercadear con los sentimientos

El último informe del Ministerio de Presidencia supone un jarro de agua fría a la promesa del Ejecutivo socialcomunista de entregar los restos mortales de los osarios del Valle de los Caídos. Esa promesa no se verá cumplida, porque el Ejecutivo de Pedro Sánchez sólo podrá entregar a los familiares los huesos «más representativos». «No será posible atribuir una identificación a los restos de menor tamaño, por lo que sólo los restos más significativos podrán ser identificados y entregados, en su caso». El proceso de exhumación que el Gobierno pretendía convertir en un acto permanente de propaganda supone un serio revés a las esperanzas de las familias, que hubieran deseado menos alharaca y más discreción.

Presidencia se rinde a la evidencia y reconoce que «hay que hacer constar con toda rotundidad que no es posible acometer la fase de estudio antropológico con una mínima posibilidad de éxito si no se ha reducido previamente la muestra a estudiar a unas proporciones asumibles y además se dispone de material genético indubitado o de información ante-mortem suficiente que permita un cotejo individualizado de los restos». Para después, asumir que  «hay que reconocer que se trata de un reto formidable desde el punto de vista de la antropología forense», porque «la propia naturaleza de los enterramientos solo permite garantizar la integridad de los que se encuentren en los propios columbarios y, aun así, no será posible atribuir una identificación a los restos de menor tamaño». Más claro, agua.

Se ha estado jugando con los anhelos de muchas familias a las que Sánchez prometió que recuperarían los restos de sus seres queridos. Ahora, se impone la realidad. Tras la propaganda, Pedro Sánchez ya sabe que es «casi imposible» identificar los restos mortales de los osarios. Otra promesa incumplida. Es lo que tiene mercadear con los sentimientos, porque desde el primer momento los informes advertían que las promesas del Ejecutivo serían imposibles de cumplir.

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