Lealtad sí, servilismo no
El debate que hemos visto hoy en el Congreso ha vuelto a evidenciar los ademanes totalitarios de este Gobierno. Sánchez, sus ministros y ese lastre que tiene como portavoz, la siempre fina a la par que elegante Adriana, hacen gala sin pudor alguno de una soberbia y una altivez propias de quien cree estar por encima del bien y el mal. Y esa es probablemente una de sus mayores debilidades.
El objetivo de la sesión no era otro que aprobar la prórroga del Estado de Alerta y la votación de tres reales decretos leyes relativos a distintas ayudas económicas y sociales. El Gobierno habrá conseguido sacar todo adelante, (¡ya era hora de que algo les saliera bien!) pero hemos podido advertir los menguantes apoyos con los que cuenta.
Y gran parte de esa pérdida de apoyos viene dada por la confusión de conceptos que tiene el señor Sánchez: no sabe diferenciar entre sumisión y lealtad, ni sabe a quién deben lealtad él y todos los diputados que ocupan escaño.
El Presidente no se ha cansado hoy de pedir lealtad a la oposición. Bien señor Sánchez, apunte una cosa que le va a ser de utilidad en el futuro: la lealtad es bidireccional. Si usted pretende que la oposición le muestre un compromiso firme de lealtad en la lucha contra esta pandemia, voto de confianza que todos los partidos políticos le dieron desde el minuto uno, usted debe corresponder con honradez y transparencia informativa. Sin embargo, ha ocurrido lo contrario: han mentido abiertamente, han ocultado información y han intentado trampear todo lo posible.
Usted hoy, en un nuevo golpe de fotopolítica (también conocida como cortinas de humo restransmitidas en directo), anuncia a bombo y platillo una reunión para la semana que viene con todos los grupos parlamentarios para intentar renovar unos nuevos “Pactos de la Moncloa”. ¡Qué grande le viene a usted ese concepto!
Pero no, no es eso lo que usted busca. Usted quiere una sumisión absoluta por parte de la oposición. Bueno, de la oposición y de todo el resto de los españoles, también prefiere silenciar a la prensa y a la sociedad civil. ¿A quién pretende engañar? ¿No se da cuenta de que ya no cuela? Usted no quiere llegar a acuerdos con nadie. Ha tenido muchas oportunidades de hacerlo y se ha negado a escuchar las propuestas de la oposición, decantándose siempre por la unilateralidad a la hora de preparar los decretos leyes. Desafortunadamente así nos va.
Y aquí no acaba todo. Si anteriormente aclarábamos que la lealtad ha de ser bidireccional, también es importante tener claro a quién se le debe esa lealtad. Y ahí es de nuevo donde el señor Sánchez anda de nuevo confundido. Confundido porque probablemente su egocentrismo le impide verlo. Señor Sánchez usted, su gobierno socialcomunista, los diputados, los senadores, los presidentes autonómicos y cualquier otra persona con responsabilidades políticas nos deben lealtad a todos los españoles. Sí, a nosotros, no se la deben a usted.
Por ello creo que lo que hoy hemos visto por parte de los principales partidos de la oposición ha sido un ejercicio de responsabilidad y de lealtad a España y a los españoles. No se puede permitir que su Gobierno utilice esta desgracia para implementar la agenda económica y social de su vicepresidente comunista, el señor Iglesias.
Ayer ya se lo dejaron claro casi medio millón de españoles en la tan concurrida manifestación digital. Le dieron la espalda a usted y a todo su gobierno socialcomunista y protestaron vehementemente por su gestión de la pandemia.
Por todo ello: servilismo con Sánchez NO. Lealtad con España y los españoles SÍ, siempre.