Indúltame otra vez

opinion-sergio-fidalgo-interior (2)

Si Pedro Sánchez, tal y cómo parece por sus declaraciones y las de otros miembros del Gobierno preparando el terreno, indulta a los golpistas separatistas habrá traicionado a los millones de catalanes que nos sentimos españoles. ¿Cómo se puede sacar de prisión a unos políticos que no sólo no se han arrepentido de sus delitos, sino que además han asegurado una y otra vez que los van a volver a cometer? ¿Cómo puede plantearse el PSOE, por un puñado de votos en el Congreso, el garantizar la impunidad de los que han querido acabar con nuestra democracia?

El PSOE se plantea indultar a los jefes políticos de los que han levantado barricadas con fuego en las calles de Barcelona; de los que han agredido físicamente a catalanes por no ser nacionalistas y de los que han señalado, atacado y destrozado sedes de partidos políticos de la oposición, incluyendo las del PSC. Son los que han convertido los medios públicos de la Generalitat es máquinas sembradoras de odio. Son los que el 6 y el 7 de septiembre de 2017 laminaron en el Parlament los derechos de la oposición durante la celebración de los llamados “plenos de la vergüenza”.

Son los jefes de los que han negado vacunas a los agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional durante semanas. Son los jefes de los que han incumplido una y otra vez varias sentencias judiciales. Son los que desobedecen la ley de banderas y se niegan a poner la enseña nacional en centenares de ayuntamientos catalanes. Son los que desprecian a los millones de catalanes que no somos nacionalistas, porque nos odian y nos quieren fuera de lo que consideran “su” país. Son los que quieren erradicar el español de las calles de Cataluña y señalan a los trabajadores que lo hablan para que los despidan.

Los partidos separatistas, y sus brigadas de la porra, llevan años insultando a los socialistas catalanes, a los que consideran tan “traidores” como al resto de partidos de la oposición. Han atacado tanto a Miquel Iceta o a Salvador Illa como a Inés Arrimadas, Ignacio Garriga o Alejandro Fernández. No se entiende cómo los socialistas pueden plantearse indultar a los que odian nuestra democracia desde una concepción tribal de la vida. Al separatismo catalán le molesta que los ciudadanos españoles seamos iguales ante la ley y no soportan que sus privilegios puedan ser cuestionados. El PSOE debería combatirles con firmeza democrática, pero por ganar un puñado de votaciones en el Congreso está dispuesto a humillarse ante Junqueras y sus aliados, y Sánchez intenta vender a los españoles que la justicia no puede ser “venganza” y así preparar el terreno para sacar a la banda de Lledoners de la prisión.

Pere Aragonès ha insistido en su reciente discurso de investidura en que su único horizonte es la república catalana y tomó posesión del cargo sin acatar explícitamente la Constitución. Y entiendo que lo haga. Si a su jefe, Oriol Junqueras, que intentó dar un golpe de Estado, es más que posible que lo indulten sin haberse arrepentido y asegurando que lo volverá a intentar, ¿para qué va a disimular? ERC y Junts podrán intentar rebelarse una y otra vez contra nuestra democracia, hasta que les salga bien y ganen la partida. A fin de cuentas, si los indultan una vez sin arrepentirse, pueden volver a conseguir medidas de gracia cuando se lo propongan, bastará con que sus votos sean necesarios en el Congreso. Ser delincuente sale gratis en España. Siempre que se sea un delincuente separatista que odie a nuestro país y tenga un puñado de diputados dispuestos a pactar con el Gobierno de turno. Basta con cantar “indúltame otra vez”, y el BOE estará a sus pies.

Lo último en Opinión

Últimas noticias