Guiño de Armengol a Sánchez: cada vez que dijo ‘convivencia’ quiso decir amnistía

Lo de la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, aprovechando su discurso en el solemne acto de jura de la Constitución de la princesa de Asturias para hacerle la pelota a su jefe, Pedro Sánchez, provoca repelús. Su intervención fue la expresión más inane de ese tancredismo progre que consiste en desgranar, uno tras otro, todos los mantras de la izquierda incluyendo, faltaría más, una coda ecológica que, dentro del contexto -la jura de la Constitución de la heredera de la Corona-, resultó surrealista. No fue por casualidad que a la susodicha se le llenara la boca del término «convivencia», palabra de rabiosa actualidad en el diccionario socialista.
No en vano, la empleó Pedro Sánchez para justificar hace días la amnistía y no en vano, como informó OKDIARIO, la futura ley con la que se garantizará los siete votos de la formación de Carles Puigdemont se llamará Ley Orgánica de Amnistía por la convivencia institucional.
Aprovechando la ocasión, Armengol sofronizó a los presentes con un alegato a favor de la convivencia que no distará mucho de lo que se plasmará en la exposición de motivos de la ley de amnistía. Y si no, al tiempo. «Una alianza con la España de hoy, que es responsabilidad de todos perfeccionar, a través del diálogo y los consensos, respetando su diversidad, su pluralidad y haciendo de la estabilidad y la convivencia nuestra bandera para que ésta sea, como en el poema del escritor vasco Felipe Juaristi, bihotz zintzoa bezain zabala, ancha como un corazón generoso», dijo. No se puede ser más repipi.
La presidenta socialista del Congreso reivindicó, además, «un país cohesionado, respetuoso, consciente y orgulloso de su diversidad». «Un país abierto y próspero, donde la paz social permite la convivencia y donde se persigue el bienestar de la ciudadanía», añadió. En cada párrafo, la palabra convivencia. En cada párrafo, un guiño a su jefe. No diga amnistía, diga convivencia. Patético.