Este es el camino
Parece que, al fin, el horizonte de la gobernabilidad se despeja definitivamente en la Comunidad de Murcia; y lo hace de acuerdo con la lógica electoral y del sentido común. Los murcianos optaron de forma mayoritaria por el centroderecha y los tres partidos que representan esta opción ideológica –Ciudadanos, Vox y Partido Popular–. Este jueves Vox ha dado un paso al frente presentando un documento para desbloquear la investidura de López Miras que ahora deben aceptar PP y C’s. Aunque el acuerdo todavía debe plasmarse sobre el papel, pensemos por un momento qué habría sucedido si las negociaciones se someten a la cerrazón de cada formación política; el PSOE acabaría gobernando en una Comunidad donde no tiene el poder desde hace décadas; las mismas décadas –no parece casualidad– que han establecido el rumbo definitivo de Murcia hacia el despegue económico y social.
Madrid se encuentra en una situación de impasse político y el escenario guarda evidentes similitudes con Murcia: mayoría absoluta del centroderecha –en el caso de que los tres partidos tengan a bien unirse–, victoria electoral por puntos del PSOE, riesgo de detener el progreso de la región si la izquierda vuelve al poder, etc. Sólo hay una diferencia: en este caso, sin demérito a Murcia, es mucho más lo que está en juego. Hablamos de una Comunidad, la madrileña, cuyo Producto Interior Bruto supera al de Portugal y que es, de hecho, el motor económico de España. El eje de captación de empresas y capitales que después revierten al conjunto de la nación no debería caer en manos socialistas.
El ejemplo de lo que ha sucedido en el ayuntamiento madrileño con Manuela Carmena, donde la ciudad ha retrocedido en todos los frentes –urbanístico, económico, higiénico, cívico…– debería servir de efecto disuasorio, de aviso a navegantes. Ayuso, Aguado y Monasterio saben que es mucho lo que está en peligro, y que es demasiado sencillo ponerle solución, como para luego no hacerlo. Insistimos; la conexión murciana es el camino.