Una escuela sin profesores ni dirección

Una escuela sin profesores ni dirección

Las comparaciones solamente son odiosas para quienes salen perdiendo en ellas. Está claro que para efectuarlas se deben tener en cuenta las circunstancias y recursos de cada elemento. No podemos equiparar La Masía o Lezama con las canteras de clubs con menos potencial económico: Tajonar, Mareo, Lasarte, Paterna, pero si de formación de jugadores se trata el Barça bate con claridad al Real Madrid, ya sea por pura necesidad o, tal vez, por una estructura más sólida y una atención minuciosa y personalizada.

La irrupción de los Cubarsí, Fermín, Casadó, Marc Bernal, precedida de las de Gavi, Pedri, Yamal y Ansu Fati, sin olvidar a Pablo Torre y Pau Victor procedentes del Racing y el Girona respectivamente, constituye un fenómeno ejemplar que tal vez no hubiera concurrido de no mediar necesidades impuestas por la mala gestión del club en otros órdenes. Flick pudo errar al confiar en ellos para vencer a Osasuna en El Sadar, aunque aquella derrota fuera más atribuible a su bisoñez que a su falta de calidad.

Salvando las distancias quería llegar al lugar que el fútbol formativo ocupa dentro del organigrama deportivo del Mallorca, de todo punto incomparable en instalaciones y presupuesto, aunque no tanto en una dinámica que, en mayor o pequeña escala, no tiene por qué ser tan diferente. La penosa marcha del Mallorca B en Segunda Federación, que no deja de ser una categoría Regional la vistan como la vistan, en contraste con la de los mayores, muestra, sino una despreocupación, una política equivocada.

A los hechos me remito: descomposición del Juvenil División de Honor que se proclamó campeón de liga y copa; un millón y medio para fichar a Dani Luna, lo mismo que se ha pagado por Mojica, para hacer banquillo inútil con el primer equipo; el mismo destino que aguarda a Marc Domenech y quizás a alguno más como Jan Salas o Wade. ¿Por qué estos chicos no juegan con el filial si regresan de sus desplazamientos a tiempo o cuando no hay jornada en primera división?. Estas cuestiones ya no son de poseer más o menos medios, sino de una dirección establecida, sin improvisación alguna y para un fin determinado: el futuro. Caigamos en cuenta, sin tomárselo a broma, que la media de edad de la plantilla a las órdenes de Arrasate es la décimo séptima más alta de primera división.

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