Las consecuencias de no cumplir los compromisos

Una vez despejadas las dudas acerca de si se producía o no la anunciada visita a España del Rey don Juan Carlos para participar en la regata a celebrar en Sangenjo, que ha quedado totalmente descartada desde el círculo de amistades del anterior Jefe del Estado, cabe preguntarse si le habrá compensado al Rey emérito saltarse el compromiso escrito y acordado con el Palacio de la Zarzuela para fijar los detalles de su regreso. Después de la amplia conversación sostenida entre don Juan Carlos y don Felipe en el Palacio de la Zarzuela al término de su visita a España, y cuyo contenido no había trascendido públicamente, la única opción para saber por qué derroteros había ido era esperar a ver si don Juan Carlos volvía de nuevo esta semana a Sangenjo o decidía permanecer en Abu Dabi.
La respuesta no se ha hecho esperar demasiado porque desde principios de esta semana empezó a circular desde ese más que consolidado entorno del Rey emérito el rumor de que finalmente el padre del actual Rey no iba a regresar a su país ahora y que habría que esperar al próximo otoño para preparar otra visita. También ha habido que aguardar para que trascendiera algún detalle de la conversación paterno filial sostenida hace casi dos semanas y lo que se ha filtrado es que don Felipe se tuvo que poner muy serio para advertir a su padre que “el show del fin de semana en Sangenjo no podía volverse a repetir”.
Lo peor de la emisión en directo de todos los movimientos de don Juan Carlos en la localidad gallega, junto a su compañero de regatas Pedro Campos y su esposa, que tomó imágenes del anterior monarca en el interior del automóvil que luego se mostraron en redes sociales, es que el formato de sobreexposición del Emérito vulneró el compromiso acordado entre don Juan Carlos y el Palacio de la Zarzuela el pasado 3 de marzo. En ese documento, hecho público dos días más tarde por la Casa de S.M. el Rey, el padre de Felipe VI declaró, entre otras cosas, que iba a mantener su residencia estable en la capital emiratí y que tanto en sus visitas a España como si en el futuro decidía establecer su residencia en su país, lo haría en el ámbito privado para proteger su intimidad.
El incumplimiento flagrante de ese acuerdo escrito es lo que ha provocado el intenso malestar de su hijo y también del Gobierno español, cuyos miembros reiteraron durante ese fin de semana la necesidad de que don Juan Carlos diera cumplidas explicaciones de sus actos impropios, o que hubiera pronunciado algún tipo de disculpas por sus acciones poco ejemplares. Algo que ha molestado y mucho a los integrantes del Gobierno, que casi seguro expresaron sus quejas a Zarzuela por la actuación del anterior Jefe del Estado.
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