El atún más cool en Casa Antonio

El atún más cool en Casa Antonio

En Zahara de los Atunes, ese pueblo que no es pueblo y que se reparten geográficamente Barbate y Tarifa, se encuentra el hervidero túnido por excelencia, donde las almadrabas se hacen reinas en los meses primaverales al capturar con ese hermoso sistema ancestral esta codiciada joya antes de cruzar el Estrecho. Igual que estos azules y plateados reyes del mar ser acercan a sus costas, también han ido recalando allí parte de lo más granado del turismo con cierto aire bohemio y elitista del panorama nacional e internacional. No en vano en su Playa de los Alemanes se cuenta que, tras servir de zona de vigilancia de los barcos nazis que dragaban el Mediterráneo, algunos de estos se instalaron allí tras la Segunda Guerra Mundial y posteriormente les han ido siguiendo otros muchos. Ahora en Zahara  desembarca público chic y con ganas de darse una fiesta.

En este hermoso entorno donde las vacas retintas se pasean por la playa, y bañan sus patas como un turista más, se erige un ícono gastronómico que ha ido evolucionando en el tiempo hasta convertirse en uno de los referentes ineludibles de la costa andaluza. Se trata de Casa Antonio, que se ha transformado desde la hechura originaria del chiringuito hasta un lugar a modo para los paladares y bolsillos de postín. Embajadores del pescado local, y en especial del Atún Rojo de Almadraba al que le dan un lugar especial en su carta, la familia hostelera Mota ha conseguido ir más allá de un restaurante y así englobar una antología de placentero disfrute frente al mar.

A ello ayudan mariscos de primerísimo nivel magnificamente tratados, frituras de pescado como no podía ser menos, y una golosa variedad de crudos de atún. También otras delicias (papas aliñás y ensaladilla son casi obligadas) hacen del arranque un ritual disfrutón equivalente a haber visto el paseíllo de Paula en un plaza de primera.

Después nos adentramos en los pescados, esos que conforman hermosos bodegones en la entrada del local y que nos hacen salivar con sus brillantes miradas. A la plancha, al horno, a la sal o en algún guiso marinero de enjundia que no recomiendo perderse, caso de la Roteña, encebollados…Conviene  dejarse llevar como este plumilla con la gloriosa urta. Quizá su plato estrella de los cocinados sea el morrillo de Atún a la sal, pieza que por su tamaño es necesario compartir y que sacan en un punto jugoso y con un sabor intenso delicioso. !Ah!, y se bebe de lujo, con buen fondo de bodega.

Hay algún otro lugar legendario como El Campero en Barbate, pero poder tener escaño y mantel en Antonio, y ya no digo habitación, larga sobremesa y copeteo frente al mar, en estos días que se avecinan, es para quienes entienden que la vida era exactamente esto. O el epicureísmo inteligente de mirar Cadiz y todo su entorno como el secreto mejor mejor conservado.

Carretera de Atlanterra, 11393.

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