Con un 10% de inflación, ¿de qué presumen?

Tengo para mí que una gran mayoría de españoles no se han percatado todavía de la gravedad extraordinaria por la que atraviesa España. Difícil desde el punto de vista de las libertades, difícil desde el punto de vista económico y aún más difícil desde el punto de vista social.

Con un 10% de inflación aquí no hay quien viva. Todos vivimos ya peor -y a medida que pase el tiempo aún más-, pero, sobre todo, las van a pasar canutas aquellos que decidieron dejarse convencer por los pirracas, y ahora, les conducen directamente al averno. Ahí los tienen encantados de haberse subido al coche oficial y de presumir de lo que les debería ponerles rojos de vergüenza.

Las mentiras continuas, continuadas y amontonadas de Sánchez no pueden meter debajo del celemín -a pesar de la RTVE de Fortes, Onega (Cristina) y Franganillo- lo que padecen 47 millones de españoles. Con un 10% de inflación, el impuesto de los pobres, aquí sólo pueden vivir los de la mamandurria.

Sánchez, descriptiblemente acojonado, endosa la responsabilidad a Putin, que algo tiene que ver, pero no todo. Ya sabemos que el autócrata es maestro a la hora de repartir culpas y sacudirse cualquier responsabilidad cuando vienen mal dadas. Los efectos de la guerra de Putin afectan también al resto de los países que conforman la UE, creo. Pues bien, España tiene un dígito en un 40% más que la media europea. ¿En qué quedamos Sánchez? Tienes atrapados a los españoles más pobres que en el pecado llevan la penitencia. Un Gobierno tambaleante y sin salida.