Naturaleza
Especie invasora

Parece de juguete, pero este inocente pececillo es una de las especies invasoras más dañinas que hay en España

  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

Las especies invasoras son aquellas que llegan a un lugar como si fuera su casa y cambian todo lo que les apetece. Algunas son adorables, otras un poco desagradable de ver … y unas que pasan prácticamente desapercibidas.

Sin importar su apariencia, todas, sin excepción, transforman el entorno y lo moldean a su antojo. A veces ese impacto es leve, otras, puede ser tan grande que acaba con las especies autóctonas. Ese es el caso de este pez. Es pequeño, incluso chistoso, pero sumamente peligroso.

Esta es la especie invasora que nadie quiere ver en España

Parece un juguete flotando en el agua, de esos que vienen en cajas de plástico, con ojos saltones y escamas brillantes, pero el gobio asiático (Pseudorasbora parva) es de todo menos inofensivo.

Detrás de ese aspecto plateado, cuerpo comprimido y apenas 10 centímetros de longitud, se esconde una de las amenazas más serias para los ríos españoles. Se introdujo en el Delta del Ebro probablemente desde una piscifactoría que criaba ciprínidos importados de Asia. Años después, ya estaba en el Ter, y desde ahí ha seguido expandiéndose.

Este pez invasor, que apenas llega a los cinco años de vida, se adapta a casi cualquier temperatura. Puede vivir en aguas frías o templadas, alimentarse de lo que encuentra (insectos, huevos, alevines, pequeños invertebrados) y reproducirse con una rapidez que deja sin margen a las especies autóctonas. En menos de quince meses puede duplicar su población.

¿Cómo es la amenaza de este pececillo invasor y qué medidas se toman?

El mayor peligro del gobio asiático no está sólo en su voracidad o su capacidad para reproducirse. Lo más preocupante es su papel como portador de enfermedades que arrasa con otras especies. En concreto, actúa como vector de la enfermedad de las rosetas, una afección que provoca úlceras internas, pérdida de movilidad, y muerte en peces autóctonos como el rotengle.

Mientras la pseudorasbora nada sin mostrar ningún síntoma, otras especies sufren las consecuencias. Lo que era un ecosistema equilibrado se convierte en un campo de batalla invisible.

Al desplazar a especies nativas, no sólo rompe el equilibrio biológico del río, sino que también altera las cadenas tróficas: depredadores que dependían de peces locales pierden su fuente de alimento, y otros organismos (como ciertos insectos acuáticos) ven modificadas sus poblaciones por la presión de este nuevo competidor.

La normativa española ya lo incluye en el Catálogo de Especies Exóticas Invasoras desde 2013. Cataluña, una de las comunidades más afectadas, tiene sus propias resoluciones para restringir su pesca y controlar su expansión. Pero eliminarlo no es tan sencillo, pues no basta con sacar unos cuantos ejemplares del río.

Controlarlo requiere campañas de vigilancia, revisión constante del material de pesca, formación para evitar su traslado accidental a otras cuencas, y mucho seguimiento técnico. La erradicación completa sigue siendo un desafío.

No obstante, ignorarlo no es una opción. En apenas unos años, este pez diminuto se ha convertido en una amenaza real para la biodiversidad acuática en varias regiones de España. Si no se actúa con rapidez, el gobio asiático seguirá avanzando.