Poca gente lo sabe, pero este pez que habita en los ríos españoles es una especie invasora que fulmina la fauna nativa
Se la comen en Suiza, pero en España es una dañina especie invasora que está fulminando la fauna de los ríos
Te lo comes en la paella, pero es una especie invasora que está acabando con los ecosistemas marinos españoles
Te la encuentras en cualquier charca, pero es una letal especie invasora que devora huevos y mata anfibios
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En España se estima que existen entre 900 y 1.100 especies de peces. Cada una, con sus particularidades, cumple un papel esencial dentro del ecosistema. Excepto unas pocas, cerca de diez, que han sido catalogadas como especies invasoras y, por su comportamiento y expansión, se han convertido en auténticos enemigos.
Aunque pueda parecer un número pequeño, el daño que provocan es más que suficiente para que se tomen medidas. Y hay un pez, en particular, que ha ganado fama en los últimos años, pero no por algo positivo.
Este es el pez invasor que está arrasando ríos y lagos en España
El pez que representa una amenaza constante para la fauna autóctona es el salvelino, (Salvelinus fontinalis). También conocido como trucha de arroyo, tiene un cuerpo alargado que rara vez supera los 30 cm y casi nunca alcanza el medio kilo.
Los colores son muy llamativos: dorso verde oliváceo lleno de manchas blancas, flancos con puntos rojos y un vientre rosado, sobre todo en época de cría. Parece inofensivo, pero es todo lo contrario.
Este pez, originario de Norteamérica, fue introducido en España a finales del siglo XIX con la intención de impulsar la pesca deportiva en ríos y lagunas de alta montaña, pero terminó expandiéndose sin control. A pesar de los intentos por regular las repoblaciones, muchas introducciones se hicieron sin supervisión, incluso de forma ilegal.
Hoy se encuentra establecido en cuencas del Tajo, Duero y Ebro, además de ibones pirenaicos, lagunas de Gredos y zonas del Parque Nacional de Aigüestortes.
¿Por qué este pez invasor es tan peligroso para la fauna autóctona?
El salvelino ha resultado ser una amenaza de muchas maneras, por eso es tan peligroso. Se alimenta de insectos, crustáceos, alevines e incluso anfibios. Consume gran parte del zooplancton y los macroinvertebrados que sostienen la base de la cadena trófica. Esto afecta directamente a especies nativas como la trucha común (Salmo trutta) y varios anfibios endémicos.
No obstante, lo que más preocupa a los expertos es su impacto en lagos de alta montaña, ecosistemas especialmente frágiles donde no existían peces originalmente. Allí, el salvelino ha modificado el ciclo de nutrientes y aumentado el fósforo, desequilibrando por completo el sistema.
En algunas zonas, se ha documentado la hibridación con trucha común. Aunque los híbridos suelen ser fértiles, esto plantea un riesgo genético para las poblaciones nativas.
Por otro lado, este pez invasor conlleva un coste económico. Al alterar las especies que se pescan tradicionalmente, amenaza la pesca de salmónidos autóctonos, un recurso apreciado en muchas comunidades autónomas.
¿Qué se hace para frenar la expansión de este animal invasor?
Si bien es complicado, ya hay medidas para frenar al salvelino. Se insiste en campañas para evitar traslocaciones ilegales, y se vigila el material de pesca para impedir que se transporten huevos o alevines.
En áreas de gran interés para los anfibios, como los hábitats de la rana pirenaica o el tritón jaspeado, se aplican planes de control intensivo.
Un ejemplo concreto fue la erradicación del salvelino en la laguna de Peñalara. Durante cinco años se trabajó con redes de agalla específicas, y los resultados permitieron recuperar parte de las especies zooplanctónicas y bentónicas que habían desaparecido.
A día de hoy, el salvelino sigue incluido en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras (Real Decreto 630/2013), y varias comunidades autónomas mantienen normativas específicas para regular su presencia.