Hallazgo asombroso: un robot encuentra 1.000 nidos de peces idénticos a 200 metros bajo el hielo de la Antártida
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Debajo del hielo de la Antártida quedan muchas zonas por descubrir, pero el desprendimiento del iceberg A68 y el uso de tecnología robótica ha logrado un hallazgo impresionante: más de mil nidos de peces casi idénticos.
El equipo de investigadores accedió a una región del mar Weddell, de la Antártida Occidental, donde descubrió los nidos organizados de forma cuidadosa y densa.
El estudio ha sido publicado en ScienceDaily, y la disposición de los nidos podría probar que estos peces no actúan de forma aislada, sino como una colonia perfectamente estructurada.
Cómo han identificado 1.000 nidos casi iguales bajo el hielo de la Antártida
El trabajo de campo, para encontrar los 1.000 nidos estuvo liderada por la expedición Weddell Sea Expedition 2019, a bordo del buque SA Agulhas II.
Lo consiguieron con el despliegue de vehículos autónomos y un robot operado a distancia llamado Lassie, que permitieron explorar zonas cubiertas por el hielo, hasta una profundidad de más de 200 metros.
La combinación del hielo desplazado por el iceberg A68 y la tecnología robótica abrió una ruta de acceso que hasta entonces era inaccesible, lo que permitió mapear y documentar el lecho marino con niveles de detalle inéditos.
Estos equipos registraron los patrones geométricos de los nidos y captaron la intensa concentración de estructuras en un entorno polar, lo que demuestra que la vida no sólo puede adaptarse, sino organizarse de manera compleja incluso bajo el hielo antártico.
Los nidos de los peces de la Antártida siguen un patrón común
Los científicos observaron que cada nido consistía en una depresión circular en el sedimento marino, libre del detrito de fitoplancton que caracteriza al lecho circundante.
Y es que estos nidos tienen formas con líneas, curvas y agrupaciones compactas, lo que no parece fruto de ninguna excavación fortuita, sino de una construcción planificada.
Es justamente esta modalidad de organización lo que les ha permitido plantearse la existencia de roles definidos dentro del grupo, que permite maximizar la supervivencia de la progenie.
La especie responsable fue identificada como el pez antártico de roca yellowfin notie (Lindbergichthys nudifrons), que construyó y defendió estos nidos bajo condiciones extremas.
Cada estructura parecía ser atendida por un pez adulto encargado de proteger los huevos, lo que refuerza la idea de una colonia con jerarquías de protección, aplicada a nivel marino profundo.
Por qué el descubrimiento bajo iceberg A68 tiene tanta relevancia ecológica
Más allá de su relevancia científica, el estudio es importante para destacar esta zona como un ecosistema marino vulnerable, debido a su biodiversidad, su papel en la cadena alimentaria antártica y su vulnerabilidad ante cambios globales.
Quizás la Antártida no tenga bosques verdes como antaño, pero la presencia de miles de nidos tan organizados incide en que incluso en entornos extremos la vida puede prosperar mediante estructuras sociales complejas.
El siguiente paso de los investigadores es realizar nuevas expediciones, para monitorizar la dinámica de la colonia, entender cómo estos peces gestionan las condiciones ambientales tan duras y qué implicaciones tiene para otros ecosistemas remotos. Su mera existencia, ya prueba que la supervivencia en un rincón hostil es posible.