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Así se distingue un conejo de una liebre en el campo: un experto cetrero aragonés despeja todas las dudas

Conejo, liebre, curiosidades, animales
Recreación artística de un conejo y una liebre.
  • Ana López Vera
  • Máster en Periodismo Deportivo. Pasé por medios como Diario AS y ABC de Sevilla. También colaboré con la Real Federación de Fútbol Andaluza.

En los caminos rurales de España es habitual confundir a conejos y liebres. A menudo, un simple vistazo rápido no permite distinguir sus rasgos.

Aunque ambos animales comparten similitudes, diferenciarlos no es tan intuitivo como podría parecer. Un cetrero aragonés muy conocido en redes sociales explica en un vídeo de su cuenta de TikTok (@naturalezaragon) las claves esenciales para que cualquiera pueda reconocerlos sin confundirse.

Diferencias entre conejo y liebre: claves visuales para identificarlos en el campo

El tamaño es el primer elemento que menciona el experto. La liebre tiene un cuerpo más grande y alargado, alcanzando en muchas ocasiones el doble del peso de un conejo, que suele rondar el kilogramo. Esa diferencia se aprecia también en la longitud corporal: la liebre es notablemente más larga y estilizada.

Las orejas ofrecen un rasgo inequívoco para distinguirlas. Tal como detalla el cetrero, las liebres muestran en la punta una mancha negra muy marcada. Los conejos no presentan ese detalle, por lo que una carrera sin esa señal oscura indica casi siempre la presencia de un conejo.

El pelaje añade otra pista valiosa. Mientras que los conejos suelen mostrar tonalidades grisáceas, las liebres lucen colores marrones que, en ocasiones, se aproximan a un tono dorado. Esa variación cromática responde a las necesidades de camuflaje en sus respectivos hábitats.

Cómo corre cada especie: señales en el movimiento para diferenciarlas

La forma de desplazarse también permite identificarlas con rapidez. El conejo, más pequeño y nervioso, se mueve mediante impulsos cortos y abruptos, como si diera pequeños saltos eléctricos.

La liebre, en cambio, avanza con un trote amplio y fluido, similar a un pequeño brinco de canguro. Esta zancada larga le permite recorrer grandes distancias en campo abierto y escapar con ventaja de posibles depredadores.

Conejo vs. liebre: diferencias en madriguera, refugio y estrategias de supervivencia

Las diferencias más profundas entre ambas especies se encuentran en sus hábitos para refugiarse. El conejo es un experto excavador. Construye madrigueras complejas que utiliza como escondite principal y que suelen verse como agujeros visibles en el terreno. Cuando se siente amenazado, corre instintivamente hacia una de estas galerías subterráneas.

La liebre, por el contrario, no cava túneles. Prefiere descansar en hendiduras naturales del terreno, una especie de «cama» camuflada entre la vegetación. Su estrategia se basa en pasar desapercibida y confiar en su velocidad como último recurso para huir.

En su vídeo, el cetrero relata anécdotas que ilustran la habilidad de los conejos para ocultarse, hasta el punto de que en ocasiones han tenido que tocarlos para que abandonaran su escondite. Las liebres rara vez se muestran tan ocultas, ya que dependen más del mimetismo y de la rapidez.

En definitiva, si tiene orejas con punta negra, pelaje marrón y carrera larga es una liebre. Por otro lado, si el animal presenta tonos grises, menor tamaño y hay una presencia de madrigueras, es un conejo.

Conocer estos detalles ayuda a evitar dudas y a reconocer correctamente a cada especie en cualquier entorno rural de manera más segura y precisa.

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