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Líquido anticongelante del coche: qué es, cómo saber cuál necesito y cómo echarlo

La función principal del anticongelante del coche es regular la temperatura del motor

Si el anticongelante del vehículo es bajo se podrían producir diferentes problemas

Ficha técnica del coche: qué es, cómo conseguirla, qué datos lleva y qué significan los códigos

El líquido refrigerante de un coche, o también conocido como anticongelante, es un fluido vital para el sistema de refrigeración del motor. Su principal función es regular la temperatura del mismo, evitando que se sobrecaliente o se congele en condiciones de frío extremo. Este componente circula a través del motor, absorbe el calor generado por la combustión y lo ‘transporta’ hacia el radiador, donde se disipa al aire. Por otro lado, también previene la corrosión y la acumulación de depósitos en las partes internas del sistema de refrigeración.

Tipos de líquido refrigerante para el coche y cómo saber cuál necesito

Al igual que ocurre con otras piezas del vehículo, el líquido refrigerante también tiene diferentes tipos, según las necesidades y la composición del coche. A continuación, os detallaremos los principales tipos por su composición química, que afectan directamente al color, duración y propiedades.

1. Inorgánico (IAT): este tipo de anticongelante está basado en una tecnología más antigua y utiliza ácido silícico para prevenir la corrosión. Generalmente, es de color verde, aunque también puede ser amarillo o azul, dependiendo del fabricante, y suele necesitar una sustitución cada 2 años o 48.000 kilómetros, aproximadamente. Es bueno para vehículos más antiguos y para motores que no requieran aditivos avanzados. Eso sí, cuenta con una menor durabilidad y protección en comparación con los más modernos.

2. Orgánico (OAT): los refrigerantes OAT utilizan ácidos orgánicos como aditivos para evitar la corrosión. Están creados para durar más tiempo sin perder sus propiedades. Suelen ser de color naranja, aunque también se puede encontrar en tonos rojos, rosas o morados. Tienen una vida útil de 5 años o 240,000 km, por lo que suelen ser más duraderos que los IAT, y ofrecen una mayor protección contra la corrosión, formación de depósitos y sobrecalentamiento. Sin embargo, puede no ser compatible con sistemas más antiguos que requieren un refrigerante inorgánico.

3. Híbrido (HOAT): es una combinación de las tecnologías inorgánica (IAT) y orgánica (OAT). Utiliza una mezcla de aditivos para proporcionar una mayor protección. En términos generales, tiene un color amarillo, naranja, verde o azul, dependiendo de la marca. Se suele sustituir entre 3 a 5 años o 150,000 a 240,000 km, y ofrece un buen equilibrio entre la protección contra la corrosión y la durabilidad. Común en vehículos que requieren una mezcla de tecnologías. No obstante, no tiene la misma longevidad que el anticongelante OAT puro.

4. Tecnología Extendida (ECAT): en este caso, es un tipo de refrigerante que combina las propiedades de los OAT y HOAT, pero con aditivos especiales que extienden aún más la vida útil del producto. Es de color azul o verde y puede durar hasta 10 años o 500.000 kilómetros, siempre y cuando se use de forma correcta. Proporciona la mejor protección a largo plazo y es adecuado para vehículos de alto rendimiento o que requieren un mantenimiento mínimo en el sistema de refrigeración. Eso sí, suele ser más caro y no es compatible con todos los vehículos.

5. Sintético: este tipo utiliza compuestos sintéticos en lugar de agua y productos químicos tradicionales, proporcionando una excelente protección contra el calor y la corrosión. Es más resistente a las altas temperaturas y a la oxidación. Puede ser de varios colores, dependiendo del fabricante, pero suele ser de tonos naranja o verde. Tiene una vida útil similar a la de los OAT y HOAT, es decir, hasta 5 años o 240,000 km. Su mayor ventaja es la resistencia a temperaturas extremas y una protección prolongada, pero suele ser más costoso que el anticongelante tradicional.

6.Glicol: por último, el glicol etilono o propileno ayuda a prevenir el sobrecalentamiento y el congelamiento del líquido. Suele ser de color verde, naranja o rosa, y, además, dura entre 3 y 5 años. Tiene un buen rendimiento.

Cómo echar el líquido refrigerante al coche: paso a paso

  1. Apaga el motor y deja enfriar: espera al menos 30 minutos para evitar quemaduras por el calor o vapor.
  2. Localiza el depósito de refrigerante: suele estar cerca del radiador o la parte superior del motor. Tiene una tapa con símbolo de termómetro o una taza.
  3. Revisa el nivel de refrigerante: asegúrate de que está por debajo del nivel mínimo, lo que indicaría que necesitas añadir más.
  4. Abre la tapa del depósito: hazlo cuando el motor esté frío, nunca cuando esté caliente para evitar riesgos.
  5. Añade el refrigerante: usa el tipo adecuado especificado en el manual de tu coche. Echa lentamente hasta llegar al nivel máximo.
  6. Cierra bien la tapa: asegúrate de que esté bien cerrada para evitar fugas.
  7. Arranca el motor y verifica: deja que funcione unos minutos y revisa si hay fugas o problemas con el sistema de refrigeración.
  8. Revisa el nivel después de un par de días: para asegurarte de que no haya fugas y el nivel se mantiene estable.

Qué pasa si el nivel de refrigerante es bajo

¿Es lo mismo el líquido refrigerante y anticongelante?

Sí, líquido refrigerante y anticongelante se refieren, básicamente, al mismo producto. Ambos términos se utilizan para describir el fluido que circula por el sistema de refrigeración del motor de un coche y evitar que sobrecaliente o se congele el motor en condiciones de frío extremo.